Recaudos que deben tomarse ante la inminencia de la zafra 2025

Horacio Ibarreche

Experto azucarero

Mucho se avanzó en el último mes en la búsqueda del sistema adecuado para la próxima zafra. Deben ponderarse los esfuerzos del Gobierno, los ingenios y los cañeros en tal sentido. 

Pero la tarea no ha concluido. Hubo progresos en el convencimiento de que vamos a una altísima producción y tener que afrontar los riesgos de una importante sobreoferta. También hay coincidencias en que son necesarias exportaciones de alto volumen, y que el millón de toneladas propuestas con ese destino es hoy por muchos aceptada. Se sabe además que es imposible llegar a esta cifra sin el concurso exportador de los cañeros. 

La inminencia de la zafra nos indica que al 1º de mayo deberíamos tener estructurado y ordenado el sistema de funcionamiento que señale hacia donde vamos. Debemos alejarnos de los riesgos de una zafra en la que, tal como están hoy los números, nos llevaría a una pérdida de 8/9 dólares por bolsa, lo que supondría que el conjunto registraría la friolera de 350 millones de dólares de menores ingresos. Producto ello de una comercialización con grandes excedentes. 

En el afán de entrar rápidamente al terreno de las concreciones, estimo que debe considerarse que una delegación del sector viaje lo antes posible a Nueva York para definir situaciones. Debería ella estar presidida por el ministro de Economía de la Provincia y constituida con un representante del sector industrial de Tucumán y otro de Salta y Jujuy. Asimismo, un representante de las Entidades Cañeras. Todos, obviamente, con profundos conocimientos en la temática internacional del azúcar. 

Estamos en presencia del más alto volumen de negocio jamás conocido, que de concretarse, a los precios de hoy del Contrato nº 11 Nueva York (425 dólares) supone una cifra de 400 millones de dólares. La delegación deberá llevar documentación protocolar del señor Gobernador y de la Legislatura que muestre a terceros el interés colectivo de los poderes públicos y robustezca las gestiones. Este trámite es siempre recibido con beneplácito por los operadores americanos. Hay una experiencia interesante en cuanto a la presencia in situ. En la década del 90, frente a una zafra difícil, viajamos para obtener financiamiento, y los resultados fueron exitosos. La temática no era la de hoy, pero sirve como antecedente. Allá deberá haber ejecutividad y capacidad de resolución. 

Hay que ser claros, no se trata de cerrar los negocios de nadie ni incursionar en la materia comercial privativa de cada uno. Simplemente convenir y negociar de la manera más adecuada las exportaciones 2025 para facilitar la etapa posterior de los cierres al firme que hagan todos los actores. Para ello, definir: 1- Cantidades a exportar. 2- Fechas de embarques. 3- Sistemas de pago. 4- Prefinanciaciones. 5- Destino y calidades de azúcar. 6- Mecanismos de los cierres. 7- Avanzar con carácter de muy especial en el tratamiento del sistema de pagos al sector cañero que le asegure anticipos y pago de los saldos al contado. 8- Logística. A continuación de todo ello y a la brevedad que las circunstancias exigen, cada operador, ingenio o cañero definirá y cerrará su negocio propio en consonancia con el paquete previamente contraído en general. Por ejemplo, si un ingenio cierra 50.000 toneladas deberá hacerlo en armonía con el marco preestablecido. La delegación comprometerá al firme 500.000 toneladas contra la posición julio y todos los operadores concurrirán individualmente hasta completar dicha cantidad. Obviamente programarán sus moliendas mayo-junio para hacer posible el cumplimiento de los propósitos expuestos y concretar los embarques en tiempo y forma. 

Segundo tramo

El segundo tramo, las otras 500.000 toneladas, se trabajarán “provisoriamente” contra la posición octubre y estará sujeta su cifra definitiva en menos, o quizás en más, a las resultas de los eventos climáticos si los hubiere. Los compromisos con las casas operadoras de N. Y. se harán priorizando las relaciones actuales que tengan los tradicionales exportadores con ellas y va de suyo que ello supone abrir las ventas con sentido plural. Hay un sinnúmero de otros capítulos a atender, entre ellos los relacionados con la cuota americana, las exportaciones a Chile y las orgánicas. Deberán estar todas ellas analizadas y contenidas dentro del programa global. La tarea es mucha y compleja, pero los resultados pueden ser más que interesantes. Con todos estos avances el Mercado tomará debida nota y el Interno por fin respirará y habrá concluido el largo período de “precios ruinosos”.