La energía que liberan las placas tectónicas al reacomodarse es capaz de producir movimientos telúricos, de leves a intensos. Para las ciudades que están alejadas de los márgenes de estas placas, uno de los mayores miedos es vivir un sismo en las alturas, tal como le pasó a una pareja en Bangkok, a quienes el terremoto encontró en una piscina de hotel, a decenas de pisos de altura.
Este viernes cientos de personas quedaron sepultadas bajo los escombros en el sur de Asia. Un fuerte terremoto de magnitud 7.7 se desató en Myanmar (Birmania) y las réplicas alcanzaron Bangladesh, India, Laos, Tailandia y China. Las imágenes del fuerte movimiento telúrico no tardaron en dar la vuelta al mundo, especialmente las de derrumbes de edificios.
Al primer gran movimiento le siguieron algunas réplicas que terminaron por destrozar las construcciones que habían quedado debilitadas tras el gran terremoto. Aunque se registraron muchos videos del agua cayendo desde las piscinas de las terrazas, el video que quedó registrado en las cámaras del hotel es el único que demuestra el horror con que se vivió el momento.
Vivieron el terremoto de Tailandia en una altísima terraza
Una tarde normal de asoleamiento y descanso en una piscina se transformó en una pesadilla. La cámara de seguridad captó el momento en que la pareja reposa sobre una cama inflable y un hombre, al lado de la pileta, empieza a reconocer los movimientos.
Unos segundos después, algo llama la atención de la pareja, que aún sigue en el agua. El hombre se sostiene de un borde para evitar que el inflable se desplace. Pero en cuanto miran hacia el borde exterior de la piscina, reconocen lo que ocurre y salen rápidamente. En un borde superior, la cámara llega a captar la altura a la que se encuentra la pileta.
Según los registros oficiales, hasta el momento se registraron más de 1.000 muertes y por lo menos 2.300 personas heridas. Entre los escombros aún hay personas atrapadas que los rescatistas siguen buscando. En este sentido, el Servicio Geológico de Estados Unidos declaró alerta naranja por muertes y pérdidas económicas relacionadas con el temblor.






















