
Unos 8.000 indígenas de la Amazonia y Oceanía se reúnen en Brasilia desde ayer para exigir que sus líderes tengan “igual voz y poder” que los jefes de Estado en la COP30 sobre cambio climático, que se celebra en noviembre en Brasil.
Con ropas y pinturas tradicionales, unos 200 pueblos se presentaron al ritmo de maracas y tambores, a pocos km de las sedes de los poderes estatales brasileños.
Delegaciones de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Suriname y Venezuela, así como representantes de Australia, Fiji y otras naciones oceánicas, se sumaron al encuentro anual de los pueblos originarios brasileños, Campamento Tierra Libre.
Separados por decenas de miles de kilómetros, los pueblos de la Amazonia y de Oceanía comparten su vulnerabilidad al calentamiento global.
“Exigimos que los líderes de las comunidades indígenas y locales tengan igual voz y poder que los jefes de Estado, con la misma legitimidad, poder de decisión y respeto que las representaciones de los países”, afirmó la jefa indígena brasileña Alana Manchinei.