Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

Distintos informes ponen advierten sobre la urgente necesidad de obras de envergadura en el Área Metropolitana. Los actuales canales de desagüe tienen más de 60 años. Un plan director diagnostica que el sistema está colapsado y prevé posibles soluciones.

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Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

El sábado del agua

Hoy se cumple un mes de aquel sábado de agua y desesperación cuando varias zonas del Gran Tucumán fueron escenario de inundaciones alarmantes luego de soportar una lluvia de 130 mm caídos en cuatro horas.

Calles convertidas en ríos torrentosos, autos arrastrados por la corriente, transeúntes atrapados buscando refugio en estaciones de servicio, casas anegadas, cortes de luz e incluso la peligrosa y viral imagen de una garrafa encendida, navegando como una bola de fuego por las arterias inundadas.

Los videos y fotos del desastre circulaban por los celulares de los tucumanos generando una tensión e incertidumbres intensificadas por el conocimiento de las devastadoras consecuencias de las inundaciones de Bahía Blanca, ocurridas apenas el día anterior.

En Bahía Blanca se produjo un fenómeno natural excepcional: llovieron casi 300 mm en doce horas. En el Área Metropolitana de nuestra provincia la lluvia no fue extraordinaria pero sí muy intensa, según los especialistas consultados, aunque los tucumanos nos acostumbramos a ver la Capital anegada aún con precipitaciones mucho menores.

¿Es posible terminar con las inundaciones en el gran Tucumán?

José Nazaro, secretario de Redacción de nuestro diario, desarrolló una muy acertada columna de opinión sobre el tema formulando una pregunta clave ¿Es posible terminar con las inundaciones en Tucumán? Názaro se hacía eco de esta pregunta que hace años interpela a la sociedad tucumana y que parece no encontrar una respuesta clara en las voces de las autoridades pero sí en informes realizados por equipos técnicos y científicos de prestigio.

Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

Varias de estas investigaciones desarrolladas desde los primeros años del siglo XXI, dejan claros lineamientos para realizar las obras necesarias tendientes a acabar con el problema.

Sin embargo, el análisis de los documentos indica que el número de obras realizadas en base a estas recomendaciones es prácticamente nulo.

De esta manera se desprende un dato contundente: la estructura actual de desagües pluviales fue construida entre principios del siglo XX y los años setenta con obras apoyadas en un plan rector realizado en 1960 y aquí surge una certeza que repiten, alarmados, los técnicos especialistas.

Las estructuras colapsadas

“Las estructuras de desagüe pluvial están colapsadas”, explica el ingeniero civil y experto hidráulico Claudio Bravo. “Fueron construidas para atender las necesidades de una ciudad que creció vertiginosamente del 60 hasta hoy ampliando su expansión urbana y modificando los usos del suelo”.

Como un ejemplo que grafica. los especialistas, mencionan el cambio de dinámicas en áreas del pedemonte que, en los años del Plan Director de los 60, estaban destinadas al cultivo de caña. Este tipo de cultivos permitía una absorción del 80% del agua de lluvia.

Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?
Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

“Posteriormente, se destinaron esos mismos terrenos al cultivo de citrus”, explica el ingeniero hidráulico Franklin Adler. “Esto redujo el poder de absorción al 70 y 60%. Por último, ese territorio fue cediendo a la construcción de residencias: actualmente esos suelos, fuertemente impermeabilizados por la urbanización, tan solo absorben el 20% por ciento el agua de lluvia”, explica el ingeniero con números aproximados pero que permiten dimensionar la situación.

Creciemiento urbano exponencial

El gráfico permite ver la fuerte tendencia de crecimiento del aglomerado del Gran Tucumán entre 1970 y 2015. Los datos se desprenden de un estudio realizado por la trabajadora social Matilde Malizia, la arquitecta Paula Boldrini y el geógrafo Pablo Paolasso.

Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

Si tenemos en cuenta la impermeabilización de los suelos, estos datos parecen indicar que gran parte de las problemáticas tienen menos de fenómeno natural y mucho de intervención humana, o falta de intervención, en el caso de las obras.

Llueve y la Capital se paraliza. Los empleados no pueden llegar a su trabajo, los peatones quedan atrapados, el transporte no puede circular y las actividades comerciales se detienen.

Todo esto genera constantes pérdidas económicas y además del peligro constante de mayores daños materiales e incluso accidentes trágicos.

Como si después de siglos no aprendiéramos a dialogar con la naturaleza y adaptarnos a sus reglas

Tucumán, hacia donde van las aguas

Desde su etimología más aceptada, Tucumán viene del quechua, Yakuman, que significa “lugar donde nacen los ríos”. Carga con el agua hasta en su nombre.

Ya en el siglo XIX, en la década de 1890, el ingeniero hidráulico César Cipolletti, encargado de planificar algunas obras relacionadas con el aprovisionamiento de agua potable, describe en textos las problemáticas de inundaciones y anegamiento en la incipiente capital tucumana.

Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

“La primera gran obra construida para resolver esta problemática fue el sistema Canal San Cayetano, en 1912”, describen los documentos consultados. “Se proyectó por medio de colectores cerrados que confluyen a un colector troncal, también cerrado, por las avenidas. Avellaneda y Sáenz Peña, para desembocar finalmente en el gran canal a cielo abierto San Cayetano, que vuelca en el Salí.  

La ciudad “amurallada” por canales

“En la década del 30 se producen trágicos episodios derivados de inundaciones en zona norte de la Capital que causaron la muerte de doce personas, ocho de ellos niños”, cuenta el ingeniero Bravo. “Alarmadas por la situación, las autoridades locales proyectan y gestionan ante la Nación, la construcción del canal Norte, obra que culmina en esa década”.

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A finales de 1950, se repiten peligrosas inundaciones. Debido a esto, en el año 1960 el Gobierno de la Provincia contrata a la Consultora Sociedad Argentina de Ingeniería Decio Constanzi para que desarrolle un estudio integral de los desagües pluviales de San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y Tafí Viejo.

Todos los proyectos que se desarrollaron desde esa fecha hasta el presente siguieron los lineamientos de este trabajo rector. De esta manera se construyeron los canales Sur y San José, en 1970; el canal Cainzo-Las Piedras, en 1973; y por último, 30 años después, en 1990, el canal Yerba Buena.

Las grandes obras de desagüe son consecuencias de ese estudio guía: conforman la ciudad de San Miguel “amurallada” por canales.

El Plan Director

Durante las décadas que se realizaron estas obras, el Área Metropolitana experimentó cambios en el uso del territorio que describimos anteriormente y que repercutieron en un aumento en los caudales de agua de lluvia que no se infiltra.

A mediados de los 90, la insuficiencia de las estructuras de desagüe comenzaba a intuirse. La situación se agravó durante los años 1999, 2000 y 2001; considerados hasta hoy los años más húmedos de la historia de la provincia.

El aumento de las precipitaciones empeoró los incidentes relacionados con inundaciones y anegamientos. Hacia septiembre de 2001, la Secretaría de Estado de Obras Públicas (SEOP) convoca a la Universidad Nacional de Tucumán para encargar a técnicos especializados el Plan Director para la Sistematización de las Quebradas del Flanco Oriental de la Sierra de San Javier y Actualización de los Sistemas de Desagüe, coordinado por el ingeniero Antonio Roldán.

Aliviar el caudal de los canales de cintura

Los lineamientos del Plan Director se presentan en 2003, luego de intensas investigaciones, y conforman una serie de informes claves para la administración del agua de lluvia en el Gran Tucumán: concluye que el sistema de desagües pluviales es insuficiente para captar y conducir adecuadamente los excedentes pluviales que se producen en condiciones ordinarias.

Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

“Se planteaban tres lineamientos principales y urgentes”, explica el ingeniero Bravo, quien integró el equipo que confeccionó el Plan Director. “Por un lado, disminuir los picos de crecientes que vienen de la zona del cerro realizando embalses de laminación y por otro lado desviar el canal Yerba Buena al arroyo El Manantial y readecuar el arroyo, de manera de aliviar el sistema hacia abajo. Luego de esto se aconseja quitarle los “cuellos de botella” a los canales como puentes bajos y otros sectores problemáticos”, detalla.

Se ignoran los lineamientos del Plan Director

En 2015, doce años después del los informes de este plan director, especialistas de la UNT confeccionan el Estudio de Diagnóstico del Área Metropolitana de Tucumán financiado a nivel nacional por el Programa de Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (DAMI).

Este diagnóstico fue coordinado por el arquitecto Héctor Bomba y contó con la participación de profesionales de prestigio como la geóloga Elvira Guido, que también integró el equipo del plan director.

El informe toma como base y actualiza los lineamientos del 2003 y de él se desprende una afirmación que, a doce años de los estudios troncales publicados, parece reflejar una falta de voluntad política.

“La escasa inversión en mantenimiento de las obra existentes, la nula inversión en las obras planteadas por el plan director, el incremento de la urbanización y la ocupación de terrenos con problemas de drenaje y de desbordes hídricos, conforman un combo que no ha explotado aún por la vigencia de un ciclo de sequía, que impera desde el año 2009 a la fecha”, dice el documento.

Inundaciones en el Gran Tucumán: ¿problemas naturales o falta de obras?

Según los técnicos consultados, la situación parece no haber cambiado hasta la actualidad, al menos no con obras de envergadura que signifiquen una actualización en las lógicas del manejo de las aguas: hasta la fecha, el sistema de desagüe es el regido por los estudios del 60, a pesar de los profundos cambios que las distintas ciudades sufrieron en esos 65 años.

Una voz oficial

“Me parece que un error clave de las últimas gestiones fue no hacer obras”, dice Marcelo Cancellieri, titular de la Dirección Provincial del Agua (DPA). “No podemos estar con obras de 60 y 80 años, es algo penoso que no se realicen los proyectos de envergadura que la provincia necesita”.

El ingeniero también destacó que tiene previsto retomar lineamientos sugeridos por las investigaciones, específicamente los puntos que mencionan al canal Yerba Buena y el arroyo manantial y laslagunas de laminación. Según él existen proyectos previos que deben ser actualizados y es tiene la decisión traccionarlos en busca de fondos.

“Quiero que la repartición recupere su protagonismo en Tucumán”, cierra Carcellieri.

Trabajo en conjunto


Los técnicos apuntan al trabajo coordinado entre todos los municipios y las entidades provinciales como única forma de avanzar en soluciones sólidas. Bravo lo sintetiza de esta manera: “El agua no conoce de límites políticos, es por eso que el problema debe tratarse a nivel de cuenca hídrica y no a nivel municipal. No pueden actuar aisladamente ninguno de los actores que intervienen”, concluye el profesional.


Mirá el video del informe completo


Parte 1

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