

“Si el Palacio de los Deportes rindió un examen con el recital de Andrés Calamaro, te diría que se sacó un ocho, no un 10 porque quedan por corregir algunas cuestiones”, dijo Mario Pedraza. La ocurrencia del vecino de barrio Parque surgió por una sola razón: el despertar de un gigante dormido aportó sonrisas en los barrios de la periferia.
Los cambios comenzaron a notarse antes, durante y después del espectáculo. Desde el mediodía, la Policía comenzó a recorrer la zona para marcar presencia. “Ojalá se hicieran recitales todos los días. Desde hace mucho tiempo que no se veía tantos efectivos recorriendo las calles. A la tarde andaban corriendo a los ‘piperos’ diciéndoles que no podían andar deambulando por las calles. A la noche, no dejaron de circular asegurando que no haya robos ni incidentes”, dijo María Fernanda Jiménez.
Las sospechas de que se podría producir inconvenientes en el tránsito vehicular. “Notamos un solo problema. En la esquina de Irineo Leguizamo y avenida Benjamín Aráoz, por momentos fue complicado. El lapso de tiempo de los semáforos es muy corto y, ante la gran cantidad de vehículos que se dirigían hacia el parque, se registraron demoras. Eso se puede solucionar rápidamente. Por eso no le pongo un 10 de nota”, indicó Pedraza.
Al acercarse el inicio del espectáculo también se despejaron varias dudas. “No hubo mucho lío porque había lugar de sobra para estacionar. Siempre es un problema ir a un recital en auto porque no hay dónde dejarlo. Pero aquí no pasó nada”, aseguró Juan Carlos Ríos que, sin ser vecino, festejó la elección del escenario. “Está bueno, pero habrá que ver qué sucede cuando haya una propuesta que atraiga más gente u otro tipo de público”, analizó.
Más allá de todas las especulaciones, Calamaro alteró la vida de los habitantes de la zona. Con el recital iniciado, muchos cargaron sus reposeras y se dirigieron hacia la zona del Palacio para escuchar las canciones de Calamaro. “Está bueno porque es una actividad que se puede hacer con toda la familia. Hay venta de comida y, fundamentalmente, seguridad”, explicó Marcos Rodríguez. “Está bueno que las autoridades hayan decidido recuperar esta parte del Parque. Lo hicieron con la pista de atletismo que funciona en el ex autódromo y ahora esto. Espero que la mantengan con el tiempo y que no sea una pinturita nomás”, añadió.
Hubo otro punto que generó sorpresas entre los vecinos. “Obviamente que se escuchaba la música, pero no era nada que no se pudiera soportar. Mis hijos que se habían acomodado para escucharlo desde el jardín, decidieron irse al frente del Palacio de los Deportes para escuchar mejor”, sintetizó Luciana Ramírez.
Lo que pasará con el correr de los meses. “Para hacer un balance. Tuvimos más seguridad, hubo más movimientos y estuvo todo ordenado. Cada uno sacará sus propias conclusiones, pero no vemos la hora de que se haga otro espectáculo de estas características”, finalizó Martín Prado.