Un juez español dictó prisión preventiva para una pareja acusada de mantener encerrados a sus tres hijos en condiciones extremas durante al menos cuatro años, en una vivienda rural de Oviedo. El caso, calificado por la prensa como la “casa de los horrores”, salió a la luz tras una denuncia vecinal y generó conmoción por el nivel de aislamiento en el que vivían los menores.
Los niños —dos gemelos de ocho años y uno de diez— fueron hallados usando barbijos y pañales, rodeados de basura y sin contacto con el exterior. La vivienda estaba completamente cerrada y sólo el padre figuraba como empadronado, lo que dificultó la detección del caso. La policía vigiló la casa durante dos semanas antes de ingresar y constatar las condiciones insalubres.
Los padres, un ciudadano alemán de 53 años y una mujer de 48 con nacionalidad alemana y estadounidense, fueron imputados por varios delitos, entre ellos violencia doméstica, maltrato habitual, abandono de menores y presunta detención ilegal. En la vivienda se encontró una gran cantidad de medicamentos.
Los menores, que hablaban en inglés y no estaban escolarizados, fueron trasladados a un centro de protección y están bajo tutela estatal. Los médicos evalúan posibles secuelas físicas y psicológicas. El impacto del rescate fue notable: los niños tocaron el pasto como si nunca hubieran estado al aire libre. Una de las principales hipótesis apunta al miedo al contagio en la etapa pospandémica como posible motivo del aislamiento.























