Los pequeños fueron rescatados el lunes apsado.
No todas las mansiones pintorescas en las faldas del monte Naranco, en Oviedo, España tienen la misma apariencia ni guardan las mismas historias. Una de ellas, una vivienda rosa ubicada en el número 15 A de la calle Toleo, de jardines descuidados, puertas metálicas y persianas cerradas escondía un secreto escalofriante: tres niños, convencidos de su estado de salud deteriorado, habían estado confinados desde 2021.
El lunes pasado, en pleno apagón que afectó a España, la Policía Local de Oviedo alertada por una vecina, descubrió la lamentable realidad que vivían los hijos de un matrimonio en el chalet de Fitoria. Por cuatro años, los menores estuvieron encerrados, no recibieron escolarización alguna y vivieron en condiciones pésimas, usando pañales y durmiendo en cunas innecesarias.
“Desmantelamos la casa de los horrores“, dijo el comisario principal de la Policía Local de Oviedo, Francisco Javier Lozano al descubrir el caso. Los agentes arrestaron estes martes a los padres de tres pequeños, dos gemelos de 8 años y el mayor, de 10. La pareja, un hombre y una mujer de 53 y 48 años, enfrenta cargos por los delitos de abandono y maltrato infantil.
La denuncia que cambió todo
Una vecina alertó que algo raro pasaba en esa casa, por lo que decidió dar aviso a las autoridades sobre la situación “sospechosa”. La mujer llamó al servicio de Familia e Infancia del Ayuntamiento de Oviedo y dijo que a veces escuchaba voces de nenes e incluso creía haberlos visto a través las ventanas, sin embargo, nunca los veía salir de la casa.
La Policía Local decidió montar un operativo para constatar el estado en el que se encontraban los menores y verificar la escolarización de los mismos. Después de solicitar el permiso correspondiente ante la Fiscalía de Menores, los agentes ingresaron a la casa a las 11 de la mañana del pasado lunes con una orden de registro. Allí los atendió el padre, descalzo y con aspecto desaliñado.
El momento en que la policía llegó a casa
“Desde el primer momento nos dijo que en la casa había menores. Fue él quien nos dejó pasar, aunque nos mandó que esperásemos a que les pusiesen la mascarilla a los niños”, contó al citado medio uno de los policías que estuvo en el lugar. También les pidió a ellos que se pusieran barbijo y que mantuviesen distancia de los menores, “por seguridad”.
Allí aparecieron los niños junto a su madre: “Estaban muy asustados y en torno a la madre, que nos decía todo el rato que los pequeños tenían graves patologías y que no nos acercásemos a ellos. Llevaban tres mascarillas cada uno puestas, una encima de otra”, detalló otro policía.
Pésimas condiciones
Los servicios sociales constataron que los menores estaban sucios, en pijama y gravemente desatendidos. Los tres usaban pañales debajo del pijama. La madre dijo que eso era habitual. La casa estaba en muy malas condiciones: “estaba llena de basura por todas partes, hasta debajo de las camas... las ventanas estaban cerradas de forma que se viera lo menos posible desde el exterior”, revelaron.
Los gemelos dormían en cunas de bebé sin patas, apoyadas en el suelo. El mayor de los hermanos dormía en otra habitación, en una cama “muy pequeña para su edad”, que era “una especie de camastro” y que también estaba “sin patas y apoyado en el suelo”.
La madre dijo que llevaban tres meses viviendo en Oviedo, pero rápidamente se quebró y reconoció que vivían en ese chalet desde diciembre de 2021. Según contó, no dejaban salir a sus hijos para protegerlos, ya que su estado de salud era “muy delicado” y querían evitar que empeore.
El desenlace momentáneo
Los padres fueron detenidos y los pequeños enviados al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En la revisión médica, los especialistas constataron que los pequeños, que no habían recibido chequeos desde el 2019, estaban completamente sanos.























