TODOS JUNTOS. Los mendocinos esperan con ansias la final contra Platense. Foto de Osvaldo Ripoll/LA GACETA.
Federico Isola no dormía desde hacía días. La ansiedad lo desbordaba, el estómago cerrado y la cabeza puesta en un solo lugar: Santiago del Estero. El fanático de Huracán viajó junto a su peña desde Mendoza en una trafic cargada de ilusión, recuerdos y banderas. “Desde el lunes que no como nada, tengo una ansiedad terrible. Esto es muy lindo, es único”, repetía mientras el sol caía sobre la previa de la final contra Platense.
La "Peña Quemera" no es una más. Nació al calor de un momento inolvidable: el ascenso de Huracán en 2014, cuando el equipo goleó 4-1 a Atlético Tucumán en tiempo suplementario y dejó atrás más de tres años en la B Nacional. “La armamos ese año, con tres familias que siempre nos juntábamos. Dijimos: esto no puede quedar así. Tenemos que organizarnos y acompañar a Huracán a todos lados”, contó Federico.
Los apellidos que dieron forma a esa pasión organizada fueron los de Isola, García y Escudero. Hoy son más de 30 los que sostienen la peña y la hacen crecer con cada viaje, cada reunión y cada partido. “El presidente es 'Pancho' García, el vicepresidente Santiago Escudero, y yo soy el tesorero. Tenemos una estructura, pero lo más importante es el sentimiento que compartimos”, explicó Isola con orgullo en diálogo con LA GACETA.
La logística del viaje fue otro capítulo de pasión. La trafic salió de Mendoza, pasó por San Juan a buscar a otros hinchas y siguió rumbo a Santiago. “Viajamos muchos mendocinos, pero también hay chicos de San Juan y algunos que son porteños y viven allá. El grupo es muy variado”, detalló Isola, que se compró un piluso ni bien pisó suelo santiagueño.
La emoción se sentía incluso antes de arrancar. “El grupo de WhatsApp era una locura. Nos llegaban 200 mensajes por minuto. Todo era ansiedad, preguntas, organización: qué hacemos, dónde paramos, cómo llegamos”, recordó con entusiasmo.
"Lo soñamos hace tanto", expresó el fanático de Huracán sobre la chance de ser campeón
El Madre de Ciudades será escenario de una nueva final del fútbol argentino. Por eso, cuando se le pregunta qué significa estar a 90 minutos de un título, se le nubla la voz. “Es una locura. Lo soñamos hace tanto. Esto de venir con la peña, con la familia, con amigos, es una fiesta. Estamos en una final… y con Huracán, todo se vive distinto”, aseguró.
Isola, de 42 años, tiene una sola certeza: la pasión por el "Globo" no entiende de distancias ni cansancio. Porque hay viajes que no son solo kilómetros, sino historias de amor por los colores.






















