Donde hay gatos, hay historias: el hospital tucumano que aprendió a convivir con ellos

En el Centro de Salud viven más de cien felinos con pacientes y personal. Con un operativo de castración y vacunación, buscan garantizar una convivencia sana y responsable.

12 Junio 2025

En una mañana en la que el sol comienza a ganarle terreno al frío, dos gatos disfrutan del calor en una esquina del Centro de Salud. La escena es tierna. Pero esa imagen también es cotidiana y, a la vez, planteaba desafíos para las autoridades del lugar. “Teníamos una colonia felina en aumento y necesitábamos abordarla de forma seria y responsable”, dijo a LA GACETA José Juárez, gerente del hospital. 

Fue así como se organizó un operativo de control ético de población felina, con el acompañamiento de Tucumán Mascotas, el equipo de zoonosis del Sistema Provincial de Salud, y el compromiso de más de diez trabajadores del hospital.

Durante dos jornadas intensas, se logró capturar, castrar, vacunar contra la rabia y desparasitar a 39 gatos -30 hembras y 9 machos-. Todo, con el mayor de los cuidados. “Son gatos salvajes, conviven acá hace muchos años. No es fácil manipularlos, por eso fue fundamental la logística y la colaboración del personal”, detalló Juárez. También se preparó un espacio postoperatorio especialmente acondicionado para su recuperación.

El objetivo no es expulsarlos, sino todo lo contrario: garantizar una convivencia saludable, tanto para los animales como para quienes transitan a diario por el hospital. Se estima que hay unos 100 gatos viviendo en el predio, y ya se planifica una segunda etapa del operativo para el mes próximo.

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Pero más allá del control sanitario, esta historia también reveló una red silenciosa de cariño y compromiso: vecinos como Fabián, que cada día se acercan al hospital para alimentar, observar y cuidar a los felinos. “Ya son parte del ecosistema del hospital”, reconocen desde la institución.

Por eso, desde la dirección se hace un llamado a la comunidad: no abandonar más animales en el hospital. “No es un lugar de adopción espontánea. Traer un gato es cargar a otros con una responsabilidad que no les corresponde. Queremos cuidarlos, pero necesitamos que nos acompañen en eso”, enfatizó Juárez.

Hoy, gracias a este esfuerzo colectivo, los gatos del Centro de Salud están mejor cuidados, y los tucumanos que los rodean, más consciente de su rol. Bajo el sol que calienta el cemento, ellos siguen ahí: testigos silenciosos de la vida que pasa, y ahora también, del cuidado y el respeto que merecen.

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