
Este 22 de junio, el santoral recuerda a dos figuras emblemáticas de la Inglaterra del siglo XVI: Santos Tomás Moro y Juan Fisher, hombres que pagaron con su vida la defensa de sus principios frente al poder absoluto del rey Enrique VIII.
Tomás Moro fue un destacado jurista, político y escritor, autor de la célebre obra Utopía, donde imaginó una sociedad ideal regida por la razón y la justicia. Ocupó el cargo de Canciller del Reino, pero cuando Enrique VIII rompió con la Iglesia Católica para fundar la Iglesia Anglicana y anular su matrimonio con Catalina de Aragón, Moro se negó a reconocer la supremacía religiosa del rey. Por esta decisión fue encarcelado en la Torre de Londres y decapitado en 1535.
Ese mismo año corrió igual suerte Juan Fisher, obispo de Rochester y cardenal, quien se opuso con firmeza a las decisiones del monarca, defendiendo la validez del matrimonio real y la autoridad papal. Su resistencia le costó la vida, pero le ganó la veneración de la Iglesia como mártir de la conciencia y la fe.
Ambos fueron canonizados en 1935 por el Papa Pío XI como símbolos del compromiso con la verdad y la dignidad personal, incluso ante el poder terrenal.
El santoral de este día también incluye a otros santos como San Paulino de Nola, obispo y poeta latino de gran influencia en los primeros siglos cristianos, y a San Juan Fisher, quien comparte con Moro la memoria litúrgica.