“Espigar los campos”: 35 años del Centro Cultural Rougés

Una exposición entre archivos y arte pone en valor el trabajo de Miguel Lillo, Juan Alfonso Carrizo y Ernesto Padilla, figuras clave en la construcción cultural del Noroeste argentino.

DESDE 1912. La Casa Cainzo es un faro cultural de la provincia. DESDE 1912. La Casa Cainzo es un faro cultural de la provincia.

Con motivo de su 35° aniversario, el Centro Cultural Alberto Rougés inaugura a las 20.30 la muestra “Espigar los campos: inventarios en el centenario tucumano”, una propuesta que recupera uno de los rasgos fundacionales del espacio: el cruce entre investigación científica e indagación humanística.

La exposición busca acercar al público una serie de inventarios o registros del pasado que revelan cómo, en las primeras décadas del siglo XX, música y ciencias naturales fueron herramientas clave en la construcción de una mirada regional. El recorte parte de la figura de tres intelectuales fundamentales de la Generación del Centenario tucumana: Miguel Lillo, Juan Alfonso Carrizo y Ernesto Padilla. A través de ellos, la muestra pone de relieve un gesto político y cultural que buscó cartografiar el Noroeste como parte constitutiva de la nación y no como un margen vacío proyectado desde Buenos Aires.

Además de la exposición, se realizará un acto que celebrará los 112 años de la emblemática Casa Cainzo, ubicada en Laprida 34, sede del Centro Cultural desde 1990.

Cultura e identidad

La directora del Centro, María del Pilar Ríos, traza un balance de la gestión con foco en la apertura hacia nuevos públicos. “La propuesta inicial de intentar acercar el Centro a nuevas generaciones hace tres años atrás, no fue solo una expresión de deseo, sino realmente una idea que se materializó”, señala. La programación se reconfiguró con una serie de acciones que apuntan a vincular la actividad artística con una agenda regional más amplia.

ENFOQUE. Ríos destaca la apertura a nuevos públicos. ENFOQUE. Ríos destaca la apertura a nuevos públicos.

“Pensamos en acciones de distinta índole para tratar de atraer a ese nuevo público y que tengan en cuenta que somos un centro de referencia para las artes visuales de la provincia y de la región” explica Ríos. En ese marco, se consolidó una agenda de artes visuales mixta: con convocatorias abiertas y con selección de artistas locales y de otras provincias. “Hemos tenido artistas muy jóvenes o artistas que han producido toda su vida, pero nunca se habían animado a exponer”, cuenta.

“Hacia el exterior”

El diálogo entre pasado y presente que mantiene la casa también se reproduce en las visitas. “La visita guiada tiene que ver con hacerla una experiencia significativa, no solo dar datos de color o informativos, sino pensar cómo se vivía hace 100 años en esa casa y también cómo la casa es un símbolo de los procesos sociales y políticos de principios del siglo XX, que son los que consolidaron todas nuestras instituciones”, explica la directora.

La arquitectura del edificio ayuda a imaginar aquel estilo de vida de principios del siglo pasado. “El visitante puede observar desde los detalles de la arquitectura como las molduras que tienen un diseño específico, según la funcionalidad del espacio. Hay limones y granadas donde era el comedor, por ejemplo, entonces se van imaginando ese vivir”, dice Ríos y agrega: “Es una política de la institución que la casa se mantenga casi en su totalidad como era originalmente. Solo se refuncionalizaron algunas zonas”.

“Es una casa que se abre hacia el exterior”, afirma Pilar, porque supone otra manera de plantarse frente a la sociedad que era mucho más espectacular. Esa apertura también se materializa en nuevas estrategias de encuentro. “Pensamos en otra acción que es la idea de la casa que va hacia afuera. Iniciamos un ciclo de música que se hace desde el balcón y hacia la calle”, explica Ríos. En estos días, el guitarrista Fernando Jalil ofrece un repertorio desde lo alto, para quienes pasen frente al edificio. La idea es tratar de promover y captar al público de forma mucho más general.

El Centro Cultural cumple 35 años como faro de las artes y las ciencias del NOA. “Esta apertura en la línea artística ha permitido que jóvenes artistas expongan y también traigan su público”, sostiene la directora. Esa interacción con las nuevas generaciones fue una de las claves del presente espacio.

La muestra “Espigar los campos” resume esa búsqueda: tender puentes entre disciplinas, entre épocas, entre quienes fundaron una idea de país desde esta provincia y quienes hoy la recorren, la piensan y la viven desde el arte y la cultura.

El trazo de la ciencia: animalium argentinorum III

Dentro de la muestra “Espigar los campos”, se exhibe una edición facsimilar de 1964 de uno de los tomos de entomología de Miguel Lillo que pertenece a la serie “Genera et species animalium argentinorum III - Insecta”. El ejemplar reúne los hallazgos de una expedición realizada en 1913 en el país, donde Lillo relevó especies de insectos junto a un ilustrador que las retrató. La obra da cuenta del rigor científico y del gesto estético que guiaron los estudios naturalistas en la región. Los tomos de la investigación se pueden consultar en la biblioteca y las láminas están a la venta.

“Espigar los campos”: 35 años del Centro Cultural Rougés

Bajo la alfombra: un tesoro de la arquitectura oculto en el primer piso

Durante una renovación en el primer piso de la Casa Cainzo, los trabajadores descubrieron un hallazgo inesperado: el piso original, translúcido y labrado, que había permanecido oculto bajo alfombras durante décadas. Este pasillo conecta el balcón circular central con la habitación donde funciona la biblioteca de Ernesto Padilla. Al revelarlo, se decidió conservarlo, ya que permite el paso de la luz y recupera parte de la arquitectura original del edificio, sumando valor patrimonial al Centro Cultural Rougés.

“Espigar los campos”: 35 años del Centro Cultural Rougés

Figuras clave del norte: una muestra con identidad

La nueva muestra rescata el gesto de los intelectuales que buscaron darle identidad al Noroeste. Se destacan Miguel Lillo y Rudolf Schreiter como recolectores científicos y Juan Alfonso Carrizo como recopilador del cancionero folclórico. Ernesto Padilla y Alberto Rougés fueron los gestores políticos del museo de Ciencias Naturales. Habrá piezas ornitológicas originales y una muestra de Catamarca sobre Carrizo. La propuesta estará disponible desde mañana y durante las vacaciones, para tucumanos y turistas que quieran conocer la historia y la arquitectura de la Casa Cainzo.

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Legado que se proyecta: más acceso al arte y divulgación científica

La institución consolidó en los últimos años una ampliación de perspectivas que no renuncia a su legado. Sin descartar su historia ni a quienes la construyeron, el espacio incorporó nuevas disciplinas y expresiones artísticas. Dentro de esa política, potenció sus publicaciones digitales de acceso libre: desde las actas de las Jornadas del Centenario hasta la revista anual que se edita como un boletín de historia y cultura. También están disponibles en línea los catálogos de arte desde 1990, accesibles mediante código QR.

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