Confirmaron la condena al sacerdote Manuel Pascual por violar a dos monjas: 12 años de prisión
La Sala II de la Cámara de Casación ratificó la pena impuesta en 2022 al religioso, acusado de abusar durante años de dos religiosas bajo su tutela. El caso también salpicó al cardenal Mario Poli, quien intentó favorecerlo con prisión domiciliaria.
La Justicia confirmó la condena a 12 años de prisión contra el sacerdote Manuel Fernando Pascual, sentenciado en diciembre de 2022 por abusar sexualmente de dos monjas de la congregación Hermanas de San José, a la que él mismo dirigía. La resolución fue dictada por la Sala II de la Cámara de Casación Penal, que ratificó la gravedad de los hechos y la contundencia de las pruebas recolectadas durante el juicio.
La acusación, encabezada por el fiscal Andrés Madrea, logró demostrar que entre 2012 y 2016, Pascual sometió a las religiosas a abusos sexuales reiterados, incluyendo tocamientos y sexo oral. Algunos episodios ocurrieron en un campo de retiros espirituales en Capitán Sarmiento y otros en el Hogar Amparo Maternal de Núñez, una institución que brinda alojamiento a mujeres en situación de vulnerabilidad.
Uno de los testimonios más desgarradores del expediente señala que una de las monjas fue abusada durante una misa privada, en el momento mismo de la consagración eucarística. “Con el pan en su mano, Pascual tomó a la religiosa y la acarició. Luego, sin soltar la Eucaristía, subió con su otra mano hasta su entrepierna”, declaró la víctima entre lágrimas.
El fallo de Casación, de 156 páginas, fue firmado por los jueces Daniel Morín, Horacio Días y Eugenio Sarrabayrouse, quienes valoraron el impacto psicológico y la coherencia de los relatos. “Los testimonios de las víctimas encontraron respaldo en las pericias psicológicas, que evidencian la ausencia de signos de fabulación y un daño emocional congruente con lo vivido”, sostuvo Morín.
El caso tomó mayor trascendencia cuando se reveló que el cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, intentó en 2020 favorecer al cura procesado. Poli se presentó ante el Tribunal N°3 como garante personal de Pascual, ofreciendo una residencia del Arzobispado para que cumpliera allí una eventual prisión domiciliaria. Esta intervención, plasmada en un documento firmado por el propio Poli, fue interpretada como un intento de proteger al sacerdote a pesar de las graves acusaciones en su contra, consignó Infobae.
Durante el juicio también se incorporaron audios en los que Pascual se dirigía de forma inapropiada a una de sus víctimas, a quien llamaba “bonita” y despedía con un “chau, mi amor”.
Pascual, que estuvo detenido en el penal de Ezeiza, ahora deberá cumplir la condena de 12 años impuesta por la Justicia, tras la confirmación del fallo en segunda instancia. El caso ha vuelto a encender el debate sobre los mecanismos de protección institucional dentro de la Iglesia Católica y el rol de sus autoridades frente a casos de abuso sexual.



















