Qué es la función NFC del celular y cómo puede hacerte la vida más fácil

¿Sabías que tu celular puede hacer más de lo que creés con sólo acercarlo a otro dispositivo? La función NFC, que muchas personas tienen sin saberlo en su teléfono, permite pagar sin contacto, compartir datos, abrir aplicaciones con una etiqueta, e incluso automatizar rutinas diarias como silenciar el celular al llegar a clase o encender el wifi al volver a casa. La función está disponible en la mayoría de los smartphones actuales y es más segura de lo que parece.

El NFC ("comunicación de campo cercano", por sus siglas en inglés) ya es parte de la vida cotidiana de millones de personas, pero aún está infrautilizado. Aunque algunos lo usan para pagar con Google Wallet o Apple Pay, esta tecnología va mucho más allá. Con pequeños cambios en la configuración, se puede transformar en una aliada para organizar mejor el día, reducir pasos innecesarios y moverse con más libertad.

La función que muchos tienen y pocos usan

Pagar con el celular sin sacar la billetera, conectar auriculares al instante o validar la SUBE con sólo acercar el dispositivo a una terminal ya no es ciencia ficción. Todo eso lo permite el NFC, una tecnología que transmite datos de forma inalámbrica a corta distancia (menos de cuatro centímetros) y que ya está incluida en casi todos los teléfonos modernos.

Entre los usos más comunes del NFC se destacan los pagos móviles sin contacto, muy utilizados por jóvenes en comercios. Servicios como Google Wallet, Apple Pay o Samsung Pay permiten abonar con el celular sin necesidad de llevar efectivo ni tarjetas. Sólo basta acercar el teléfono al lector y confirmar la operación. 

También es útil para emparejar dispositivos sin perder tiempo. Por ejemplo, si tenés unos auriculares o parlantes compatibles, podés conectarlos con sólo acercarlos al teléfono. Nada de buscar entre ajustes o listas interminables de Bluetooth: el NFC lo hace automáticamente.

Otro uso cada vez más frecuente entre jóvenes es la automatización con etiquetas NFC. Estas pequeñas tarjetas programables permiten que el celular realice acciones específicas al contacto. ¿Un ejemplo? Colocar una etiqueta en tu mesa de luz que silencie el celular, apague el wifi y baje el brillo cuando te vas a dormir. O una en la puerta de tu casa que active los datos móviles y abra Spotify. Es práctico, personalizable y no requiere apps complejas.

Precauciones

Pero no todo es comodidad: también hay que usar el NFC con cuidado. Conviene activarlo sólo cuando se necesite, especialmente en lugares públicos. Aunque el alcance es corto, siempre existe la posibilidad de intentos de conexión no deseada. También se recomienda verificar los permisos de las apps que lo utilizan, y tener la seguridad activada con PIN, huella o reconocimiento facial, sobre todo si se hacen pagos o se accede a información personal.

Otro detalle a tener en cuenta: el contacto con superficies metálicas o imantadas puede interferir en el funcionamiento del NFC. Por eso, si alguna función no responde, es buena idea probar en otro entorno.

Además del uso individual, algunos espacios públicos y servicios también lo están incorporando. En varias ciudades del mundo ya es posible usar el celular como tarjeta de transporte, una tendencia que podría generalizarse en la Argentina en los próximos años. Donde este empleo está disponible sólo hay que acercar el dispositivo al lector y validar el viaje, sin necesidad de tarjetas físicas ni recargas presenciales.

El NFC también puede facilitar el envío de claves de wifi y de contactos, o la apertura de direcciones en el mapa. Todo depende de cómo se configure. Lo cierto es que, para una generación que crece entre lo digital y lo físico, esta tecnología puede convertirse en una herramienta aliada para simplificar la vida.