14 Julio 2025
Cuando se habla de cantidad de pasos que deben darse a diario para mantenernos saludables, suelen aparecer algunos números al azar. En el conocimiento popular circula la idea de que se deben dar entre 7.000 y 10.000 pasos para que cuente. Pero un especialista llegó para explicar que esta cantidad de pasos no es necesariamente sinónimo bienestar.
Álvaro Puche es un entrenador español y autor del libro “Entretenimiento de fuerza para personas mayores”. Señala que 10.000 no tiene por qué ser una referencia común para todos. Pero explica que la caminata sí es una actividad beneficiosa y que hay algunas consideraciones a tener presentes para potenciar los beneficios que puede dejar al organismo.
No es necesario caminar 10.000 pasos para estar bien
Algunas personas incorporaron el concepto de que caminando entre sus actividades será suficiente como entrenamiento diario. Esta creencia, enunciada a grandes rasgos, es una falacia. Puche explica que el ritmo es el aspecto al que se debe prestar atención especialmente, ya que una caminata tranquila no hará la diferencia.
En cambio, sostiene que el esfuerzo que se pone en cada paso es lo que marcará una diferencia. Por eso, antes que dar 10.000 pasos a un ritmo lento y relajado es diferente a dar muchos menos pasos, en menos tiempo, con mayor velocidad. Esta medida tampoco implica que sea necesario correr.
Fartlek: la técnica para que la caminata sea efectiva
Para que la caminata dé sus frutos y tenga un impacto real en el organismo, la intensidad es la clave. El empeño que se ponga en caminar debe ser suficiente para fortalecer el corazón, los pulmones, los músculos, los huesos y el cerebro. La alternativa que propone es el fartlek, una dinámica de velocidades intercambiables.
Según el sitio especializado Runner’s World, el método fartlek fue creado por Gosta Hölmer hace más de 90 años. Consiste en un juego de velocidades y en realizar diferentes cambios de ritmo con intervalos para mejorar la resistencia. Se puede iniciar corriendo a ritmo medio durante cinco minutos. Cuando se cumplen, se debe acelerar durante 30 segundos y volver a otro tramo de cinco minutos a ritmo medio y, al terminar, 30 segundos rápidos nuevamente.
“Lo que tiene que quedar claro es que el corredor no debe pasarse de rosca”, explica el entrenador Luis Miguel Garcia.
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