Si has viajado a Galicia o has probado alguna tapa típica en un bar, seguro los conoces: los Pimientos de Padrón, o mejor dicho, Pimientos de Herbón, son uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía gallega. ¿Sabías que no todos pican? ¿O que su nombre real no es “Padrón”? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber: desde su origen hasta cómo cocinarlos para sacarles el máximo sabor.
¿Pimiento de Padrón o de Herbón?
Aunque popularmente se les conoce como Pimientos de Padrón, su nombre protegido por Denominación de Origen (D.O.P.) es Pimiento de Herbón. Este reconocimiento oficial fue otorgado en 2009, y distingue a los pimientos cultivados en los municipios de Padrón, Dodro y Rois, en la provincia de A Coruña.
Origen mexicano y tradición gallega
Su historia comienza en el siglo XVII, cuando los monjes franciscanos del Convento de Herbón trajeron semillas de pimientos desde Tabasco, México. A lo largo de los años, los agricultores locales fueron perfeccionando la variedad mediante selección natural, logrando el sabor y características únicas que conocemos hoy.
¿Por qué unos pican y otros no?
El famoso dicho “Pementos de Padrón, uns pican e outros non” no es solo una frase popular. Se debe a la variabilidad en la producción de capsaicina, el compuesto responsable del picor. Factores como la genética, el clima, el tipo de suelo o incluso la temperatura del verano influyen en que un pimiento pique… o no.
Consejo: si no toleras el picante, prueba primero la punta del pimiento antes de comerlo entero.
¿Cómo reconocer los auténticos?
Los Pimientos de Herbón con D.O.P. se comercializan entre mayo y octubre y deben estar correctamente etiquetados. Son de color verde claro, con una longitud entre 3,5 y 5,5 cm. La producción fuera de esta zona, incluso si se llaman "tipo Padrón", no garantiza el sabor ni el picor característico.
Cómo cocinar los pimientos de Padrón
La receta más clásica —y efectiva— es simple:
Lávalos bien y sécalos con un paño.
Fríelos en aceite de oliva bien caliente, sin quitarles el rabo.
Cuando se empiecen a hinchar y dorar, retíralos del fuego.
Espolvorea sal gorda al gusto y ¡listo!
Consejo gallego: quitarles el rabo antes de freír mejora el sabor, aunque es menos práctico para comerlos con los dedos.
Mucho más que una tapa
Aunque se suelen comer como tapa, los pimientos de Padrón también son una excelente guarnición para platos como:
Tortilla de patatas
Raxo gallego
Huevos rotos
Carne a la plancha
Tostas con sardina
O incluso en tempura o rellenos de queso
Con la innovación culinaria, incluso se están utilizando en mermeladas y platos de alta cocina.
Temporada y tradición
Su temporada va de mayo a octubre, siendo los primeros pimientos de la campaña enviados tradicionalmente a la Casa Real como símbolo de orgullo gallego.




















