Carlos Melconian.
Carlos Melconian, ex presidente del Banco Nación, intensificó sus críticas al plan económico del Gobierno, al argumentar que la actual política cambiaria es consecuencia de una "crónica de una cuestión anunciada". Melconian cuestionó la previsión del equipo económico y la sostenibilidad de sus medidas a corto y mediano plazo.
El economista sostuvo que la realidad económica superó las proyecciones iniciales del Gobierno, y sugirió que las acciones tomadas se dirigen a mitigar problemas inmediatos en lugar de seguir una estrategia coherente. "Todo marcha acorde al ritmo que impone la realidad", comentó Melconian, al contrastar con las declaraciones del presidente Javier Milei.
Foco en el mercado cambiario y la salida de divisas
Melconian identificó el mercado cambiario como el principal foco de preocupación. Advirtió que el tipo de cambio actual no refleja un valor de equilibrio y atribuyó la presión sobre el dólar a desequilibrios estructurales persistentes. "Un dólar a $1.150 estaba más para subir que para bajar", afirmó, al subrayar que su advertencia no era alarmista, sino una cuestión de "sentido común".
Para ilustrar la magnitud de la fuga de divisas, Melconian utilizó la analogía de "fumarse Vaca Muerta de un año", aludiendo a que la demanda de dólares del sector privado para turismo y ahorro alcanzó aproximadamente los U$S10.000 millones en tres meses, una cifra cercana al superávit energético anual proyectado en U$S12.000 millones.
Debate sobre la liberalización y la política monetaria
El economista también criticó la liberalización del mercado cambiario para personas físicas, calificándola de "apresuramiento innecesario" debido a la falta de condiciones macroeconómicas favorables. Según Melconian, esta decisión ha contribuido a la fragilidad cambiaria actual.
Además, argumentó que aumentar las tasas de interés por parte del Banco Central no garantiza la estabilidad, ya que considera que el equilibrio solo se logrará "con un tipo de cambio que refleje su verdadero valor", una economía que pueda absorber la demanda de dólares y un turismo local robusto. El equilibrio no llega por poner una tasa extravagante que genere morosidad y recesión", remarcó.





















