Tucumán en sepia: imágenes de un tiempo que no se fue y que todavía laten en nuestra memoria
La familia Robles rescata y digitaliza videos inéditos que van desde los años 60 hasta los 2000. La Casa Histórica, el parque 9 de Julio, carnavales o casamientos en diferentes épocas reviven en un archivo íntimo y colectivo que devuelve al presente el "Jardín de la República".
Maipú primera cuadra llegando a 24 de septiembre, 1993
Revivir el pasado es la nostalgia del presente. Y en Tucumán, donde cada esquina parece guardar un recuerdo, una cuenta en redes sociales se encarga de abrir cofres olvidados y dejarnos asomar a un tiempo que se creía perdido. La familia Robles, con su proyecto @robles_digitalizaciones, se convirtió en la guardiana de un archivo íntimo y colectivo. Imágenes, videos y sonidos que van desde los años 60 hasta los 2000, con tesoros que hoy recobran luz.
En el bául de los recuerdos se ve a la Casa Histórica en 1994, antes de que la calle Congreso se volviera peatonal, todavía rodeada de coches y personas apresuradas. Allí, también, se ven las transmisiones de Canal 8 y Canal 10 con sus cierres en la década del 90, con esas voces que marcaban el final de cada jornada y que hoy todavía resuenan en quienes crecieron frente a esas pantallas.
Las imágenes capturan mucho más que edificios o paisajes tucumanos: son, se podría decir, espejos de modas y costumbres que ya no están. Los peinados altos de los 60, los vestidos vaporosos de los 70, las telas brillantes y los colores intensos de los 80, las camisas estampadas y el aire libre de los años 90. Magia pura.
No solo eso. Cada imagen no solo guarda la estética de su época, sino también la música que la acompañaba, con tangos en los clubes de barrio; rock en los bares; cumbias en los carnavales...
De repente, un domingo cualquiera de 1981 revive la cuadra Bulnes 312, donde un hombre y unos niños posan para la cámara en un barrio que ya cambió de piel. Como un milagro doméstico, las cintas gastadas de VHS o los cassettes guardados en un cajón encuentran nueva luz gracias al trabajo de esta digitalización.
Sí, esos recuerdos que parecían perdidos ahora viajan en un pendrive, flotan en la nube y regresan al presente con una nitidez inesperada. El Parque 9 de Julio aparece en todo su esplendor en 1996, con la ya desaparecida confitería El Lago, epicentro de reuniones familiares y bailes inolvidables.
De más está decir que cada publicación es un viaje. No importa si es un casamiento filmado en Súper 8, un cumpleaños de 15 con vals y torta inmensa, o una grabación en cassette. Todo vuelve con la claridad de lo irremplazable.
Y en medio de ese archivo inesperado, aparecen también escenas de la cultura popular que marcaron una época, como la visita de los personajes del Chavo del 8 al norte argentino, con su humor entrañable y la sonrisa intacta de quienes los vieron pasar.
“Digitalizamos tus recuerdos y los guardamos en un pendrive o en la nube”, anuncian los Robles en su cuenta. Pero, en realidad, lo que hacen es mucho más. Rescatan, sin querer queriendo, pedacitos de vida y los devuelven a la memoria colectiva.
Porque el Tucumán que muestran no es solo un Tucumán del pasado; es el Tucumán que seguimos siendo. Porque mirar esas imágenes no es mirar hacia atrás: es volver a sentir, por un instante, que el tiempo no nos arrebató del todo lo que fuimos. Y hoy late cada vez más fuerte en la pantalla de nuestros celulares.






















