ESTUDIANTES EN EE.UU. El Gobierno de Donald Trump baraja la idea de acotar las estancias legales para alumnos y extranjeros de programas de intercambio. / UNSPLASH
Estados Unidos volvió a ajustar su política migratoria. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) presentó una propuesta que limitaría a cuatro años la estadía de estudiantes extranjeros, visitantes de intercambio y trabajadores de medios internacionales, titulares de las visas F, J e I. Hasta ahora, la permanencia en el país se vinculaba al cumplimiento de cada programa académico o profesional, sin una fecha máxima establecida.
La iniciativa busca restringir un sistema que, según datos oficiales, se volvió cada vez más complejo de administrar. El número de visas F pasó de 260.000 en 1981 a 1,6 millones en 2023; las J se triplicaron en el mismo período y alcanzaron las 500.000, mientras que las I, dirigidas a periodistas y comunicadores extranjeros, también se duplicaron.
El DHS argumentó que el volumen creciente de visados dificulta el seguimiento de los visitantes y que la ausencia de un plazo fijo permitió estancias prolongadas que superaron los fines originales de ingreso.
Universidades en alerta
La reacción de instituciones educativas y organizaciones vinculadas a la migración no tardó en llegar. La Alianza de Presidentes sobre Educación Superior e Inmigración, organización citada por Newsweek, advirtió que el cambio generaría trabas innecesarias para que los estudiantes internacionales completen sus programas, al obligarlos a gestionar extensiones o cambios de estatus en medio de sus carreras.
En los campus estadounidenses, los programas de intercambio y la llegada de talento académico extranjero son vistos como un aporte que fortalece la vida universitaria y la investigación científica. Para muchas universidades, las trabas burocráticas podrían reducir el atractivo de Estados Unidos como destino de estudio frente a países que promueven políticas de apertura.
Un debate que ya tiene antecedentes
El planteo del DHS no es nuevo. En 2020, una medida similar fue sometida a consulta pública y recibió más de 32.000 respuestas, la mayoría en contra. Finalmente, aquella propuesta no prosperó. Ahora, el proceso vuelve a abrir un período de comentarios y sugerencias que podría redefinir el rumbo de la iniciativa.
Mientras tanto, el anuncio generó inquietud en estudiantes que planean aplicar a programas de grado, posgrado o investigación. También impacta en jóvenes que sueñan con participar de intercambios culturales y en profesionales de medios que buscan experiencia en redacciones estadounidenses.
Consecuencias para el futuro
Especialistas señalan que, de aprobarse, el límite de cuatro años obligará a los estudiantes a replantear tiempos de estudio, proyectos académicos y hasta oportunidades laborales posteriores.
Además, implicará un trabajo adicional para universidades y agencias encargadas de monitorear el estatus migratorio de los visitantes.























