En 1959 un grupo de cuatro ingleses salió de la base de la Antártida en la que se refugiaba. En medio de un clima excesivamente hostil, una tormenta de nieve impidió que los hombres continuarán su trabajo. Uno de ellos jamás regresó y, más de seis décadas después, se hallaron restos y se conoció cuál fue su desenlace.
Aunque el cadáver que se encontró en la Antártida fue reconocido hace apenas unos días, el hallazgo fue mucho antes. Investigadores polacos reconocieron diferentes objetos en enero de este año en un glaciar en deshielo de la isla King George. El derretimiento de las piedras congeladas dejó expuestos algunos elementos. La campaña continuó en febrero, momento en el que dieron con el cuerpo.
En un primer acercamiento, los investigadores de la base antártica polaca encontraron objetos como el pico de una pipa, bastones de esquí, una linterna y un reloj. El segundo fue mucho más sorprendente de lo que esperaban, porque se encontraron con el cuerpo congelado de Denis Bell, un hombre desaparecido hace 66 años. Recién en los últimos días se comprobó que las muestras de ADN recogidas pertenecían a él.
Cómo murió el hombre desaparecido en la Antártida
Cuando Denis Bell y sus compañeros partieron de su refugio para hacer un trabajo de investigación en 1959, no sabían que uno de ellos perdería la vida. El equipo había salido para hacer investigaciones topográficas sobre una meseta de la Antártida, según pudo saber la revista National Geographic.
El grupo viajaba dividido en dos trineos y Bell iba mucho más avanzado que el resto. La zona por la que se trasladaban tenía un terreno poco seguro, de nieves profundas y grietas abiertas y peligrosas. Bell cayó en una de ellas y sus compañeros lo perdieron de vista, pero en cuanto lo hallaron, empezaron el trabajo para intentar su rescate.
Después de tratar reiteradas veces de sacarlo del hueco atándolo con un cinturón, una enorme tormenta se desató y el clima les impidió recuperar al investigador de 25 años. Bell había llegado a la isla King George el año anterior, poco después de graduarse, para trabajar como meteorólogo.
Si bien se sabía de la muerte de Dennis Bell, nadie imaginaba que algún día pudieran aparecer sus restos. Tuvieron que pasar 66 años hasta que la familia consiguiera finalmente cerrar un triste episodio en su historia. La noticia fue confirmada por British Antarctic Survey (BAS), el organismo estatal que actualmente coordina la exploración en la zona.
El fin de un misterio en la Antártida
La muerte de Bell fue un hecho que se asumió. El clima hostil de la zona en la que se había perdido impidió de inmediato pensar en otra posibilidad. Pero su familia jamás pensó que podrían encontrar parte de lo que había sido su cuerpo. Este hallazgo ayudó a sus hermanos a "superar la trágica perdida" de Denis, según dijo uno de ellos.
Desde la British Antarctic Survey (BAS) destacaron a Bell como "uno de los muchos valientes que contribuyeron a la ciencia temprana y la exploración de la Antártida en condiciones extremadamente duras". Hasta ahora, son por lo menos tres los cuerpos que se perdieron en otros momentos y aún no se encontraron en el continente helado.





















