Abiada, el pequeño pueblo de Cantabria con aires celtas y uno de los castros más espectaculares de la región

Con apenas 80 habitantes, esta villa cántabra se esconde en el corazón de la comarca de Campoo-Los Valles. Casas de piedra, paisajes de montaña, tesoros naturales y un castro de la Edad del Hierro.

Abiada, el pequeño pueblo de Cantabria con aires celtas y uno de los castros más espectaculares de la región FOTO/EL DIARIO MONTAÑÉS
02 Septiembre 2025

Cantabria está repleta de pueblos con encanto que invitan a una escapada rural de fin de semana. Aunque muchos viajeros se centran en las localidades costeras bañadas por el Cantábrico, el interior de la región también guarda auténticas joyas poco conocidas. Uno de esos tesoros es Abiada, una pequeña villa situada al sur del territorio cántabro, muy cerca de Castilla y León, dentro del municipio de Hermandad de Campoo de Suso.

Con unos 80 habitantes censados, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Abiada es un lugar ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto directo con la naturaleza. Sus casas de piedra, sus callejuelas cargadas de esencia cántabra y la sierra del Cordel como telón de fondo convierten a este rincón en una postal perfecta. El pueblo está atravesado por un afluente del río Gares, lo que suma aún más encanto a su entorno rural.

Patrimonio y naturaleza en Abiada

Entre sus principales atractivos destaca la Iglesia de San Cristóbal, construida entre los siglos XVII y XVIII y que se alza imponente sobre el resto del casco urbano. Además, en la villa es posible contemplar árboles de gran valor natural, como un roble centenario y un tejo monumental, que forman parte del patrimonio vivo del lugar.

El castro celta de Abiada

A tan solo un kilómetro del centro urbano se encuentra uno de los grandes tesoros de esta localidad: un castro de la Edad del Hierro, descubierto en 1989. Situado en lo alto de un risco de la sierra, este asentamiento ofrece pistas sobre la presencia humana en la zona desde tiempos ancestrales. Su ubicación estratégica demuestra que fue concebido como defensa frente a posibles ataques.

Visitar este castro es casi obligatorio para los viajeros que se acerquen a Abiada. Además de su interés histórico y arqueológico, regala unas panorámicas excepcionales de todo el entorno natural que rodea la villa.

Cómo llegar a Abiada

El pueblo se encuentra a aproximadamente una hora en coche desde Santander. Para llegar, se debe tomar la A-67 hasta el municipio de Reinosa y, desde allí, continuar por la CA-183, que atraviesa localidades como Salces, Fontibre y Espinilla, hasta finalmente desviarse hacia la carretera que conduce directamente a Abiada.

Un destino rural por descubrir

Abiada es una de esas localidades que aún se mantienen fuera del turismo masivo, pero que sorprenden por su belleza natural, su historia y su calma. Ya sea para una excursión de un día o para disfrutar de un fin de semana completo, este pequeño pueblo de Cantabria es un auténtico refugio rural con sabor celta.

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