En su web oficial y redes sociales, Steven Patrick Morrissey, cantante de “The Smiths” publicó un comunicado titulado “Un alma en venta”. En el posteo detalla que ofrece a inversores todo lo relacionado a la legendaria banda: nombre, arte gráfico, composiciones, derechos de publicación, grabaciones y merchandising. La publicación incluso tiene un correo de contacto para los interesados.
Morrissey se deshace de “The Smiths”
Según explicó el compositor, la venta responde a su cansancio frente a los conflictos de décadas con sus ex compañeros Johnny Marr, Mike Joyce y el fallecido Andy Rourke. “Estoy agotado de asociaciones maliciosas. Quiero desvincularme de quienes sólo me desean destrucción. Esta es la única solución”, escribió. El músico aclaró que busca proteger su salud y cerrar un ciclo de enfrentamientos.
La tensión con Marr se intensificó en los últimos años, luego de que Morrissey lo acusara de ignorar ofertas millonarias para una reunión y de haber registrado la marca “The Smiths” sin consultarle. Marr, por su parte, negó las acusaciones y aseguró que el registro fue para proteger el nombre de terceros. En paralelo, Mike Joyce anunció un libro de memorias que promete más polémica.
El legado de “The Smiths”, una banda irrepetible
Formados en Manchester en 1982, “The Smiths” marcaron la escena británica con cuatro discos de estudio y canciones que definieron el género indie de los 80. A diferencia de otras agrupaciones, jamás concretaron un regreso tras su separación en 1987. Con esta venta, el sueño de una reunión queda más lejano que nunca y el futuro del catálogo de la banda dependerá de quién se convierta en el nuevo propietario de esos derechos.
No es la primera vez que el cantante genera controversia con sus decisiones o declaraciones. En 2020 fue despedido por la discográfica BMG tras sus polémicas opiniones sobre inmigración y diversidad, lo que derivó en acusaciones de racismo. También quedó en el centro de la tormenta por sus críticas al movimiento #MeToo y por declaraciones políticas que dividieron a sus seguidores.
Además, su último disco Bonfire of Teenagers estuvo rodeado de conflictos: primero fue “retenido” por su sello, que retrasó el lanzamiento, y luego rechazado por varias discográficas de Londres, según él, por la carga política de sus letras. Morrissey logró cultivar así una imagen de artista brillante pero conflictivo, que oscila entre la genialidad y la controversia permanente.
















