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El ritmo del trabajo y las obligaciones cotidianas hacen que, para muchas personas, ir al gimnasio sea un lujo difícil de sostener. Sin embargo, no contar con tiempo para entrenar no significa renunciar a la actividad física. Incorporar pequeños ejercicios durante la jornada puede marcar la diferencia, especialmente en la salud metabólica.
La especialista en fitness y médica Rhonda Patrick sostiene que las sentadillas son más beneficiosas que una caminata única al final del día cuando se trata de regular el azúcar en sangre.
“Investigaciones recientes muestran que realizar 10 sentadillas con peso corporal cada 45 minutos, durante un período de 8,5 horas sentado, mejora la regulación del azúcar en sangre de manera más efectiva que una caminata de 30 minutos”, explica Patrick.
El papel del lactato
El secreto está en la fisiología. Cada vez que los músculos se contraen, producen lactato, una sustancia que estimula a los transportadores GLUT4 a trasladarse hacia la superficie de las células musculares. Esto les permite absorber glucosa directamente de la sangre, ayudando a estabilizar los niveles de energía y reduciendo los picos de insulina.
“Este mecanismo lleva la glucosa a los músculos, que es donde la queremos”, aclara la especialista.
Beneficios para la salud
Mantener controlado el azúcar en sangre no solo ayuda a sostener la energía durante el día. También previene la disfunción metabólica y reduce el riesgo de:
Obesidad
Hipertensión
Triglicéridos elevados
Síntomas como fatiga y debilidad
Cómo implementar pausas activas
La clave está en la constancia y la organización:
Programar una alarma cada 45 minutos.
Ponerse de pie y realizar 10 sentadillas con peso corporal.
Repetir la secuencia durante la jornada laboral.





















