El Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina registró en el segundo trimestre de 2025 su primera caída intertrimestral en un año. Según los datos oficiales, la economía se contrajo un 0,1% respecto de los primeros tres meses del año, en medio de salarios reales deprimidos, alta volatilidad del dólar y tasas de interés elevadas.
Caída del consumo y retroceso de las exportaciones
El consumo privado, principal motor de la economía, se redujo un 1,1% intertrimestral, reflejando el impacto de los bajos ingresos reales. A su vez, las exportaciones retrocedieron un 2,2%, mientras que la inversión descendió un 0,5%.
Paradójicamente, la única variable que mostró un crecimiento en este período fue el gasto público, que avanzó 1,1%, pese a ser señalado con frecuencia por el Gobierno como un factor de distorsión económica.
Qué se espera para el tercer trimestre
Los economistas anticipan que el tercer trimestre de 2025 mostrará resultados aún más negativos, debido a la combinación de un dólar volátil, tasas de interés altas y salarios que siguen rezagados frente a la inflación.
En este contexto, analistas advierten que el superávit fiscal es condición necesaria, pero no suficiente para garantizar un sendero de crecimiento sostenido.
Mejora interanual: efecto de la baja base de comparación
En términos interanuales, el PBI mostró una mejora del 6,3% respecto del segundo trimestre de 2024, cuando la economía aún transitaba el piso de la recesión.
Inversión: +32,1%, impulsada por maquinaria, equipo y transporte importado.
Consumo privado: +9,9%.
Exportaciones: +3,3%.
Gasto público: +0,6%.
Sectores ganadores y perdedores
Entre las ramas de actividad que más crecieron interanualmente se destacan:
Intermediación financiera: +26,7%.
Hoteles y restaurantes: +17%.
Construcción: +10,6%.
En contraste, la pesca sufrió una fuerte caída del 42,2%, golpeada por un conflicto sindical y la pérdida de mercados externos.



















