Matias Napoli Escalero - Especial para LA GACETA
Atlético Tucumán es un equipo que sigue sin hacer pie de visitante. Su entrenador Lucas Pusineri acudió dos veces a esa figura para dar cuenta de lo sucedido en la noche del lunes en el estadio José Amalfitani: el 3-1 encajado ante Vélez Sarsfield elevó a diez la cantidad de derrotas sufridas a domicilio en 2025.
Los números son devastadores. En 13 presentaciones en casa ajena, el “Decano” apenas cosechó cinco puntos, fruto de dos empates y una victoria, que ya queda muy lejana en el tiempo: el 24 de enero en San Juan ante San Martín.
Es cierto, la última caída tiene un atenuante: el “Fortín” es hoy uno de los mejores equipos de Argentina. Y también un agravante: Atlético estuvo en ventaja gracias a un “obsequio” de un rival que venía golpeado por su eliminación en Copa Libertadores ante Racing y que durante diez minutos estuvo groggy, tanto que durante ese lapso recibió incluso un segundo gol, no convalidado por offside. Aun así, todo se derrumbó para la visita poco después.
“No pudimos hacer pie, neutralizar el juego de Vélez”, resaltó Pusineri en dos oportunidades en rueda de prensa. “Nos está costando de visitante, a todos los equipos cuando salen de su localía le cuesta”, agregó. Esto último puede ser verdad de modo general, aunque en esta fecha 10 del Torneo Clausura, solo otros tres equipos, además de Atlético, perdieron a domicilio, de un total de 14 partidos disputados. El resto de mínima se alzó con un punto.
“El (pobre) porcentaje de los últimos tres años (como visitante) no es nuevo, tenemos que asumir una realidad que nos viene complicando”, agregó “Pusi”. En tal condición, solo a Aldosivi, que en estos momentos está descendiendo, le ha ido peor fuera de casa que al “Decano” en este Clausura.
Está claro que Atlético, más allá de continuar en zona de clasificación a los playoffs, exhibe falencias que conspiran contras sus posibilidades de llegar más alto (por ejemplo, en la tabla anual, en la que se encuentra muy lejos de los puestos que clasifican a copas internacionales): una faceta defensiva que deja que desear, un mediocampo con poca generación de fútbol y una baja eficacia a la hora de concretar las pocas oportunidades que genera. Todos estos aspectos, en calidad de anfitrión, quedan cuanto menos atemperados.
La derrota en Liniers pareció abrirle la puerta a otro tema, que tiene que ver más con los atributos emocionales desplegados (o no) por Atlético cuando deja el José Fierro.
El propio entrenador lo puso sobre la mesa: “Tenemos que trabajar más en lo anímico, porque el equipo muchas veces reacciona ante la pérdida en el marcador y a partir de ahí compite de otra manera. Buscaremos que nuestros futbolistas puedan tener una mejor impronta y mayor protagonismo de visitante”.
Los pocos jugadores que hablaron tras la caída ante el conjunto de Guillermo Barros Schelotto también aludieron a cuestiones que van más allá de lo futbolístico.
Por caso, Marcelo Ortiz expresó su enojo por la forma en que el anfitrión dio vuelta el marcador y casi termina goleando al “Decano”.
“Más que los tres goles, (lo que molesta es) la forma. Íbamos ganando un partido en el que estábamos cómodos, podríamos haber vuelto a lastimar y en unos minutos nos hacen dos goles y prácticamente se define el resultado”.
“Es verdad que nuestro gol llegó por un error de ellos, pero a medida que pasaban los minutos íbamos creciendo, teníamos el partido controlado… Pasa más por un tema de personalidad, que no pudimos mantener la pelota para defendernos”, analizó el zaguero central.
Lautaro Godoy, quien esta vez esperó su momento en el banco y terminó ingresando por Nicolás Laméndola en el segundo tiempo, también se lamentó por el hecho de que el equipo no supo aprovechar la ventaja de estar 1-0 arriba en el marcador temprano en el partido.
Y, además, reconoció la posible existencia de un patrón: Atlético alcanzó su pico de rendimiento y consiguió victorias relevantes ante rivales de la talla de Boca Juniors y River Plate, pero en los partidos que siguieron a esos impactos no dio la talla.
“No sabemos aprovechar el envión anímico; hay que seguir trabajando y hacerse fuerte de la cabeza y pensar en lo que viene”, señaló el volante.
Consultado por una periodista sobre si la cuestión mental es algo que se trabaja en el plantel con ayuda de especialistas, Godoy respondió: “Es algo que se hace más por nuestra cuenta, no trabajamos con eso, capaz cada uno individualmente lo hace”.
El otro concepto que repitió Pusineri en rueda de prensa es la necesidad de corregir errores, para evitar seguir repitiendo la historia de visitante y también para mejorar la prestación de cara al desafío del sábado en el Monumental, ante el Platense campeón del Apertura.
“Tenemos que corregir situaciones que no nos tendrían que volver a pasar. Y encontrar una mejor regularidad… es lo que intentaremos hacer”, confió el entrenador.























