Israel ha interceptado este miércoles las embarcaciones Sirius y Alma, que formaban parte de la Flotilla Global Sumud, una misión internacional con más de 40 barcos que transportaban ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza. Los activistas a bordo habían declarado previamente el estado de emergencia tras detectar buques militares israelíes en la zona.
El Gobierno israelí había advertido que no permitiría romper el bloqueo naval impuesto sobre Gaza desde 2007 y cortó las comunicaciones de la flotilla en plena aproximación.
Interceptación de la flotilla en Gaza
La nave Alma fue la primera en ser abordada por fuerzas israelíes. Poco después, la transmisión en directo quedó interrumpida.
La embarcación Sirius perdió contacto y se encuentra incomunicada desde media tarde.
El barco Adara también fue interceptado en aguas próximas a Beit Lahia, en el norte de Gaza.
Israel desplegó más de 600 policías y siete hospitales en alerta ante la operación.
Reacciones internacionales y políticas
El episodio ha generado una ola de reacciones diplomáticas y sociales:
Pedro Sánchez instó a Benjamín Netanyahu a detener las amenazas a la flotilla: “No representan un peligro para Israel”.
Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, denunció en un vídeo su “detención ilegal” por parte de Israel y pidió la intervención urgente de gobiernos europeos.
Greta Thunberg, a bordo del Alma, advirtió que la intercepción constituye “una violación del derecho humanitario y de la ley del mar”.
En Italia, el ministro de Exteriores Antonio Tajani confirmó que sus nacionales serían trasladados a Israel y posteriormente expulsados “sin violencia”.
Protestas internacionales y apoyo a la flotilla
Manifestaciones en Roma y Nápoles bloquearon estaciones y plazas centrales.
En Turquía, estudiantes formaron un mural humano con la palabra Sumud, símbolo de resistencia palestina.
Amnistía Internacional pidió que “todos los ojos estén en la flotilla” ante el riesgo de una acción militar.
Contexto: Flotillas hacia Gaza
La actual expedición recuerda a la Flotilla de la Libertad de 2010, cuando el asalto israelí al Mavi Marmara dejó nueve activistas muertos. Desde entonces, varias flotillas han intentado llegar a Gaza, todas interceptadas por la marina israelí.
La Global Sumud Flotilla de 2025 es la más grande hasta la fecha, con más de 500 voluntarios de distintos países. Los organizadores insisten en que su objetivo es exclusivamente humanitario y denuncian que impedir su llegada a Gaza equivale a “avalar un bloqueo ilegal”.





















