“El salvataje estadounidense no otorga demasiadas certezas”

Un tuit puede cambiar la realidad de la noche a la mañana. Una fotografía puede ser la llave que abra las puertas del financiamiento, pero, hasta ahora, la plata no aparece. Los mercados financieros son hipersensibles y muchas veces oscilan de manera histérica, pero en el caso del salvataje que Donald Trump quiere darle al atribulado Javier Milei, lo que provoca un subibaja que da vértigo es la falta de claridad, plantea el analista Claudio Fantini. En economía ni en política, nada es gratis. El politólogo cordobés indica a LA GACETA que Estados Unidos necesita bajar la presencia de China en Latinoamérica y la Argentina puede ser central en ese objetivo. Pero, paralelamente, observa con atención lo que pasa con las denuncias internas, como la que involucra al diputado oficialista José Luis Espert, en el eventual financiamiento del narcotráfico a su campaña. “Creo que el punto débil de la relación entre la Argentina y EEUU es que más personal que institucional: Javier Milei y Trump comparten una visión política, son ultraconservadores, pero firmar y lograr acuerdos de esta naturaleza del salvataje del Tesoro norteamericano no otorga demasiadas certezas”, advierte.

Fantini fundamenta que Trump es completamente diferente a los anteriores presidentes estadounidenses. Por esa razón, es difícil establecer si este rescate financiero para la Argentina puede tener las mismas características que el otorgado en 1982 por Ronald Reagan a México cuando atravesó la crisis del Tequila, o los salvatajes que promovió Bill Clinton para que Brasil dejara atrás la crisis de la Caipirinha. Mucho menos se puede saber si el financiamiento será parecido al que se concedió a Uruguay. “Ninguno de los antecesores a Trump hubiese cobrado una deuda, por ejemplo, como se hizo ahora con Ucrania por la asistencia en armamentos y municiones. Ese país estaba en la primera línea de la trinchera frenando la avanzada rusa que debió contar con el apoyo de la OYTAN. Ucrania debe pagar hasta con tierras raras”, detalla el analista internacional.

En el caso de la Argentina, Fantini plantea una serie de dudas acerca de lo que implicará el compromiso de ayuda financiera. “Se prevé que, a cambio de la ayuda, Estados Unidos puede solicitarle a Milei que elimine o reduzca al máximo el vínculo económico con China”, esgrime. Y acota: el swap americano tiene casi la misma cifra que el que le otorgó al país el gigante asiático. En otras palabras, no está sumando divisas a las escuálidas reservas del Banco Central, sino que estaría cambiando o reemplazando la misma cifra con otro acreedor. “Reemplazar no es lo mismo que sumar. Y, además, el país se expone a perder la posibilidad de asociarse comercialmente con el que más le convenga hacerlo. En este caso, China es más que conveniente porque, junto con Brasil, son sus principales socios, un dato que no es menor”, puntualiza.

El politólogo sostiene que puede que al Gobierno no le guste el régimen chino, pero esa es otra discusión. “Trump le disputa a China geopolíticamente casillero por casillero, particularmente, en la injerencia sobre América latina. Y esto se refleja ahora en la Argentina. No puede ser que un presidente como Milei corra a cada rato hacia Estados Unidos cuando entra en pánico y en los tembladerales decide refugiarse en la Casa Blanca”, explica en un contacto telefónico con nuestro diario.

La cumbre del 14

Fantini señala que el país no puede estar expuesto a un mimo en las redes sociales, a una fotografía y a una fotocopia de un tuit, como si fuera un premio. Ahora se conoció desde Cancillería que hará un encuentro bilateral en el que, el 14 de este mes, Trump recibirá en la Casa Blanca a Milei. “No hay que perder de vista que el mandatario argentino es el fan número uno entre sus pares respecto de la imagen de Trump. La pregunta que hay que hacerse es en qué consiste el apoyo y para qué sirve en definitiva”, remarca. En este punto, plantea un dilema: si la asistencia financiera estadounidense le permitirá al Gobierno argentino calmar las aguas para llegar, de la mejor manera posible, a los comicios del domingo 26 o si tendrá una significación más grande y duradera. “Hasta ahora no se ve esto último porque no sabemos si el apoyo financiero colaborará al desarrollo económico argentino, o si solo le salvará las papas al Gobierno. Por eso es difícil predecir lo que acontecerá en la cumbre del 14”, fundamenta. En este aspecto, Fantini agrega otra cuestión no menor en las conversaciones: el endurecimiento estadounidense al combate contra el narcotráfico, que ha hecho eclosión en Venezuela, con el hundimiento de barcos y lanchas sospechosas de transportar drogas.

“Si Trump ha declarado la guerra al narcotráfico, hundiendo lanchas con misíles lanzados desde la estratósfera en vez de interceptarlas e incautar la mercadería, será difícil que en la cumbre con Milei deje pasar preguntas acerca de la situación política interna en la Argentina”, sostiene. Fantini se refiere, así, al escándalo por los vínculos entre el diputado José Luis Espert y el empresario detenido Federico “Fred” Machado, presunto narcotraficante.

“Claramente, uno de los interrogantes que puede surgir es ¿por qué el Presidente se aferra tanto a un personaje salpicado por semejante escándalo? ¿Cuál es la razón? ¿Es lealtad hacia Espert?”, interroga el politólogo. Paralelamente, observa que no puede llegar a ser de lealtad porque otros dirigentes fundacionales de la alianza libertaria han sido expulsados, más allá de esa conducta leal. Cita el caso de Nicolás Posse, de Ramiro Marra y hasta de Diana Mondino, ex canciller. “Lo lógico, entonces, es que Estados Unidos se plantee cuál es la verdadera razón de sostener a dirigentes salpicados por presuntos casos de corrupción, ya que, desde antes de asumir como presidente de los argentinos, Milei se ha mostrado inflexible contra las malas conductas. “El Presidente ha echado gente a la que le debía agradecimientos por haber estado tan cerca de él y ahora muestra cierta lentitud den las decisiones. En consecuencia, todo parece indicar que, en la Argentina de hoy, el que las hace no las paga. Por eso sostengo que todo esto puede estar siendo observado detenidamente desde Washington”, finaliza Fantini.