COMPUNGIDOS. Dos fanáticos salen de La Bomboneras inundados en lágrimas luego de haberle dado el último adiós a Miguel Ángel Russo. Ayer, miles de hinchas pasaron a despedir al entrenador.
Desde temprano, La Bombonera se convirtió en un templo de recogimiento. En el hall central, donde reposó el cuerpo de Miguel Ángel Russo, miles de personas pasaron en silencio, con flores, camisetas o simplemente con lágrimas. A los costados, su familia y amigos más cercanos acompañaron el velatorio con entereza, conscientes de que esa marea humana era también una señal de gratitud.
Sobre el féretro, tres camisetas simbolizaban su historia: la de Boca, la de Racing y la de Estudiantes de La Plata. A los pies, pelotas, banderas, rosarios y hasta una pizza de gomaespuma, ese ícono de la tribuna “xeneize” que ahora se ofrecía como ofrenda. La Bombonera, tantas veces colmada por sus victorias, se llenó esta vez de respeto. Fue el cuarto velatorio en 120 años que el club permitió dentro de su casa, un gesto reservado sólo a quienes dejaron una huella imborrable.
Afuera, en Brandsen 805, las calles estaban cortadas y el ruido habitual del barrio se transformó en murmullos. Los puestos ambulantes cambiaron el café por empanadas y sándwiches, y las rosas azules y amarillas que se vendían a los alrededores se agotaron antes del atardecer.
Cruzan colores
Cerca de las seis de la tarde, La Bombonera fue escenario de una imagen poco habitual para el fútbol argentino. Jorge Brito, presidente de River, ingresó junto a su vicepresidente Ignacio Villarroel y al dirigente Santiago Poblet. Tras dejar su corona de flores, una ofrenda en azul y amarillo, se cruzó con Juan Román Riquelme en las escaleras del estadio.
COLORES DE BOCA. River envió una corona de flores azul y amarilla para Russo
Conversaron unos minutos, rodeados por Raúl Cascini y algunos integrantes de la directiva “xeneize”. El diálogo fue breve, respetuoso y simbólico. Dos dirigentes de los clubes más grandes del país unidos en el dolor por un hombre que fue de todos.
River también publicó un comunicado en sus redes: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, entrenador de Boca Juniors, y con una destacada trayectoria en el fútbol como jugador y DT. Acompañamos a sus familiares y seres queridos en este triste momento”.
Además, antes de la práctica del plantel, Marcelo Gallardo reunió a todos los jugadores y realizó un minuto de silencio. “Fue un ejemplo para todos”, aseguró “Muñeco”.
HOMENAJE ETERNO. Camisetas, flores y banderas rodearon a La Bombonera
Esa imagen, la de Brito y Riquelme dándose la mano, fue tan elocuente como cualquier homenaje. En La Bombonera, entre camisetas mezcladas, los hinchas entendieron que el legado de Russo no conocía fronteras ni rivalidades.
La despedida
Por el hall desfilaron figuras de todas las épocas: Ángel Clemente Rojas, Blas Giunta, Alberto Márcico, Néstor Fabbri, Mauricio Serna y excompañeros de distintas generaciones. También dirigentes, empleados del club y viejos amigos. “Miguel fue el ejemplo de que se puede ser grande sin perder la humildad”, se escuchaba decir en los pasillos.
A las tres de la tarde, un grupo de hinchas comenzó a cantar: “Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar…”. El canto se multiplicó y se volvió coral. Los familiares salieron a la vereda y sonrieron por primera vez en todo el día.
En la vereda principal, entre las 25 coronas, llamó especialmente la atención la de River Plate, con flores azules y amarillas. En otra, enviada por Rosario Central, se leía: “Gracias por todo, Miguel. Tu sonrisa queda en Arroyito”.
BOMBONERA EN SILENCIO. El estadio se convirtió en un lugar de reconocimiento
La conmoción se extendió más allá del estadio. Desde Miami, Lionel Scaloni abrió su conferencia de prensa con un mensaje cargado de emoción. “Cuando un tipo tan querido deja esta vida, lo que queda es su huella. Y la de Miguel es imborrable. Ha dejado un legado de cómo debe ser uno y cómo comportarse en el fútbol”, dijo el técnico campeón del mundo.
A su lado, los jugadores de la Selección escuchaban en silencio. Después, en el entrenamiento realizaron un minuto de silencio con las cintas negras que también usarán esta noche ante Venezuela.
MIGUEL DE TODOS. Miles de hinchas se acercaron a despedir al entrenador
Lionel Messi, por su parte, publicó una historia en Instagram con un mensaje breve y sincero: “QEPD, Miguel. Mi más sentido pésame a su familia, amigos y a toda la gente cercana”. No compartieron vestuario, pero Russo lo había elogiado en 2021, antes de la Copa América: “Deseo que Argentina gane el torneo, sobre todo por Messi”. Hoy, el ídolo le devolvió esas palabras con gratitud.
Fue de todos
El respeto que Miguel Ángel Russo generó en cada club que pisó (Boca, Estudiantes, Central, Vélez, Racing, San Lorenzo, y tantos otros) se sintió en esta despedida. Su carrera de 36 años como entrenador lo convirtió en un referente, pero lo que todos destacaron fue su forma de ser: sereno, trabajador, honesto, con una sonrisa permanente y un amor inalterable por el fútbol.
No es casual que haya pedido ser despedido vestido con ropa de Boca, ni que sus cenizas reposen en el “Gigante de Arroyito”, sitio en el que también dejó una parte del corazón.
El velorio continuará hoy hasta el mediodía. Luego, la familia realizará una ceremonia privada en un cementerio de Pilar. Sin embargo afuera, una bandera colgada sobre la puerta 1 resumió todo: “De Boca hasta la muerte”.
Pero en realidad, ya no hay camiseta que lo encierre. En estas horas, quedó claro que Miguel Ángel Russo fue y será siempre de todos.

























