Israel y Hamas: "Trump se volvió el garante del cumplimiento de este acuerdo"
La firma del acuerdo que busca poner fin al conflicto entre Israel y Hamas marca “el cierre de un capítulo histórico” en Medio Oriente. Así lo aseguró a LA GACETA la doctora en Relaciones Internacionales y especialista en la región, Ornela Fabani, quien analizó las implicancias políticas y humanitarias de este proceso.
“La firma de este acuerdo es importante porque marca el fin de un nuevo capítulo dentro de la historia de un conflicto que lleva décadas, incluso siglos. Lo que estamos viendo es el cierre de una etapa a partir del fin de esta guerra que se había iniciado hace más de dos años”, explicó Fabani.
Uno de los elementos más significativos es el rol que asumió Donald Trump, impulsor del plan de paz. “Es importante su intervención porque se convierte en uno de los garantes de la aplicación de este acuerdo. Sabemos que Israel en otras oportunidades ha roto ceses al fuego de forma unilateral. Por eso los analistas son cautos. En esta ocasión, la figura de Trump y de otros líderes otorga garantías de cumplimiento”.
Actores regionales en juego
Fabani también explicó la participación de Qatar y Egipto en la negociación. “Qatar tiene una trayectoria como mediador regional, mantiene vínculos con Hamas, incluso una oficina en su territorio, y aloja la base aérea estadounidense más importante fuera de EE.UU., lo que lo posicionó para mediar. Egipto, por su parte, mantiene relaciones diplomáticas con Israel desde los años 70 y comparte fronteras, por lo que su involucramiento también es clave”, precisó.
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Devastación en Gaza y desafíos futuros
En cuanto a la situación en la Franja de Gaza, la especialista describió un panorama crítico. “Hablamos de un 90% de la infraestructura física destruida, dos millones de desplazados y casi 68.000 palestinos muertos. Hay quienes comparan la devastación con Hiroshima. Ahora se inicia una segunda etapa, aún más difícil: definir cómo se administrarán los territorios”.
El plan de paz de Trump prevé la conformación de un gobierno transitorio palestino tecnocrático y apolítico, supervisado por una junta de paz. Sin embargo, Fabani remarcó que todavía no está claro quiénes integrarán ese organismo ni qué rol jugarán figuras como Tony Blair, quien podría asumir funciones de supervisión.
Un cambio de clima internacional
Consultada sobre por qué las partes aceptaron ahora la propuesta, Fabani fue contundente. “Hay una presión internacional que no existió en otros momentos. Desde las órdenes de detención emitidas por la Corte Penal Internacional contra Netanyahu, hasta la ola de reconocimientos al Estado palestino, incluso por parte de países del G7. A esto se suma la presión interna en Israel de las familias de rehenes y la situación insostenible en Gaza. Todo eso generó un contexto propicio para el acuerdo”.

























