Sin ritmo ni potencia en el Alpine, todo se hace cuesta arriba

Los baños de realidad llegan en el deporte, en una alta dosis, con los resultados. Si se lo sabrá Alpine, después de la clasificación para el Gran Premio de México de F-1. A un auto que ya viene estancado y sin desarrollo desde principios de temporada, se le sumó esta vez en el “Hermanos Rodríguez” una puesta a punto dura, para tratar de “disimular” su falta de potencia. Esto llevó a Franco Colapinto y a su compañero Pierre Gasly a penar (una vez más), sin demasiadas chances de aspirar a estar más adelante en las posiciones. En definitiva, el bonaerense largará el domingo la final desde el puesto 20 (el último) y el francés desde el 18°.

No se puede soslayar que la clasificación en la pista mexicana se definió por detalles. Tampoco que Alpine no está en condiciones de ofrecerlos. Veamos: entre Colapinto y el último que entró a la Qualy 2, el neozelandés Liam Lawson (Racing Bulls), hubo apenas 742 milésimas de diferencia. Pero ni para descontar eso está el A525 de la escudería francesa.

“La Q2 era imposible, el auto estaba muy difícil, muy duro; le pegás al pianito o tocás un bache y se levanta. En eso de buscar limar una décima todo se desconecta, se pierde grip” dijo Franco. Y reflexionó con un poco de humor y mucha resignación: “el circuito no nos cae bien, como pasó en la mayoría de los que corrimos este año”.

El segundo del Campeonato de Pilotos, el británico Lando Norris (McLaren), no tuvo problemas para marcar la pole camino a la final que comenzará a las 17. Pero sí los tuvo su compañero de equipo y 1° en el certamen, el australiano Oscar Piastri, que se clasificó 8°, y el tercer contendiente la corona, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que fue 5°. Será una carrera en la que Ferrari tendrá una excelente chance para pelear por la victoria, dado que el monesgaco Charles Leclerc y el británico Lewis Hamilton largarán 2° y 3°, respectivamente.

El GP de México no ofrece demasiadas posibilidades a los pilotos para el sobrepaso. Tampoco el factor climático podría tener incidencia, porque se anuncia un domingo soleado en el área donde está el circuito, por lo cual seguirá haciendo calor. Entonces, sin chances de lluvia, habrá que esperar por cuestiones muy “finitas” para aspirar a ver una carrera atractiva. Una de esas singularidades serían los errores, en un contexto de mucha paridad. Como la altura iguala la prestación de los motores, es en otras cuestiones en las que se pueden conseguir ventajas, como la puesta a punto y la gestión de los neumáticos, evitando que se degraden prematuramente.

Ante este panorama, pilotos como Colapinto hacen lo que pueden, arriesgando más de la cuenta. Así, la meta del bonaerense de estar más adelante en el pelotón asoma en México como una quimera. Durante la clasificación se vio eso claramente: en el último minuto procuró torcer el rumbo de una mala jornada, que incluyó un 19° lugar en el tercer ensayo, y no pudo. Hasta estuvo a punto de perder el dominio del coche, que dio un salto luego de “atacar” un pianito. Un leve despiste y chau posibilidades de mejora.

Franco utilizó tres juegos de neumáticos blandos y lo intentó todo en la pista de 4.304 metros. No se le dio, pero él seguirá buscando salir del fondo. “Hay que mejorar para el domingo e intentar que sea un mejor día”, dijo. Al fin y al cabo, su mentalidad de luchador no se la quitará nadie, aunque el arma con la que cuenta es casi de utilería.