CAMBIOS Y MÁS CAMBIOS. La salida de Lucas Pusineri de Atlético Tucumán se sumó a una larga lista de entrenadores que dejaron su cargo en 2025.
La paciencia se agotó en otro vestuario del fútbol argentino. Tras una semana marcada por conflictos internos, Lucas Pusineri dejó de ser el entrenador de Atlético Tucumán y su salida se sumó a una lista que no deja de crecer. El “Decano” cambió de mando en medio del Torneo Clausura y el club se convirtió en el vigésimo séptimo equipo en quedarse sin técnico en lo que va del año.
La fecha 13 del campeonato fue especialmente dura para los entrenadores: además de Pusineri, se fueron Cristian Fabbiani de Newell’s y Walter Ribonetto de Godoy Cruz. Apenas una jornada antes, Gimnasia había anunciado la salida de Alejandro Orfila. La rotación de nombres parece una constante en un fútbol donde los proyectos duran cada vez menos y los resultados mandan sin piedad.
El Clausura 2025 acumula ya 11 cambios de entrenadores en apenas tres meses. La lista completa del año es extensa y abarca casi todas las provincias del país: desde Marcelo Méndez en Gimnasia y Facundo Sava en Atlético Tucumán, hasta Fernando Gago en Boca y Miguel Ángel Russo, que tuvo dos salidas (una en San Lorenzo y otra en el “Xeneize”).
Algunos casos llaman la atención por su contexto. Diego Cocca, por ejemplo, renunció a Talleres antes de debutar por diferencias con la dirigencia. Otros reflejan la volatilidad del torneo: Favio Orsi y Sergio Gómez, la dupla que sacó campeón a Platense, dimitió después de la vuelta olímpica. Y en Gimnasia se dio una seguidilla insólita: tres técnicos se fueron en una misma temporada (Méndez, Diego Flores y Orfila).
Cierre de un ciclo en Atlético
En el caso del “Decano”, el desenlace se veía venir. Pusineri no logró consolidar una idea de juego ni una racha sostenida de resultados. Su segundo ciclo en el club dejó 10 triunfos, 4 empates y 14 derrotas, con una efectividad del 40%. El desgaste se profundizó con los problemas económicos, las tensiones entre dirigentes y jugadores, y el malestar creciente en la hinchada.
La derrota ante San Lorenzo fue el punto final de un proceso que nunca encontró equilibrio. Aunque la dirigencia había intentado respaldarlo, la presión interna fue mayor. Atlético decidió mirar hacia adentro y apostar por Hugo Colace, entrenador de la Reserva, para encarar el tramo final del torneo.
El caso de Pusineri no es una excepción, sino un reflejo del clima general. La media de duración de un entrenador en la Primera División argentina se acorta temporada tras temporada. En muchos clubes, los proyectos no superan el semestre, lo que dificulta sostener una identidad de juego o una planificación deportiva seria.
La cifra (27 entrenadores menos en diez meses) habla por sí sola. En un torneo cada vez más competitivo y con una tabla anual que define descensos, clasificaciones y premios, el margen de error es mínimo. La presión de los resultados, las urgencias económicas y las expectativas de los hinchas terminan por devorar cualquier intento de continuidad.
Mientras Colace asume su desafío más grande en Atlético Tucumán, el fútbol argentino sigue girando en un carrusel de técnicos que no da tregua. Un año más en el que los proyectos duran lo que dura un resultado favorable.






















