El Consejo de Seguridad de la ONU condenó las “atrocidades” cometidas por paramilitares en Sudán
Naciones Unidas denunció ejecuciones, violencia sexual y desplazamientos masivos perpetrados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) durante la toma de El Fasher, el último bastión del ejército sudanés en la región.
Personas desplazadas en un campamento improvisado, tras la toma de Al Fasher, en Darfur, por los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). AFP
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó este jueves las “atrocidades” cometidas por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la ciudad de El Fasher, en Darfur Norte, tras su toma durante el último fin de semana. La ofensiva marcó la caída del último bastión militar del Ejército de Sudán en la región y profundizó la guerra civil que desgarra al país desde abril de 2023.
El organismo denunció ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias y crímenes de motivación étnica, además de violencia sexual sistemática y desplazamientos forzados. En un comunicado, los miembros del Consejo recordaron la resolución 2736, que exige el levantamiento del asedio sobre la ciudad y el cese inmediato de los combates.
“El Fasher se ha convertido en un infierno”: alerta humanitaria
El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, describió ante el Consejo la situación en Darfur como “un infierno aún más oscuro”. Según sus declaraciones, los ataques no se limitan a esa región y persisten agresiones contra zonas civiles bajo control paramilitar.
“La crisis de Sudán es, en esencia, un fracaso de la protección y de nuestra responsabilidad de defender el Derecho Internacional”, advirtió Fletcher.
El funcionario señaló que la violencia sexual contra mujeres y niñas, junto con los ataques a personal humanitario, se han vuelto prácticas sistemáticas, e instó a garantizar acceso humanitario inmediato y rendición de cuentas por los crímenes cometidos.
Investigaciones apuntan a crímenes de guerra y limpieza étnica
La Misión de Investigación de la ONU en Sudán identificó casos de ejecuciones de civiles desarmados, saqueos masivos, destrucción de infraestructura y desplazamientos forzados. Su presidente, Mohamed Chande Othman, alertó que “El Fasher arde, millones se enfrentan a la hambruna, y el mundo tiene que elegir entre el silencio o la solidaridad”.
La misión instó a crear una institución judicial internacional independiente —en colaboración con la Corte Penal Internacional (CPI)— para juzgar a los responsables y extender su jurisdicción a todo el territorio sudanés.
Desplazamiento masivo y crisis humanitaria sin precedentes
Organizaciones humanitarias y testigos locales reportaron miles de desplazados tras la ofensiva de las RSF. Desde Tawila, a 70 kilómetros de El Fasher, el portavoz de la ONG ALIMA, John Ocheibi, afirmó que mujeres y niños llegan “en estado crítico, sin alimento y tras días de huida bajo amenaza constante”.
La Emergencia Response Room de Tawila informó que más de 36.000 personas abandonaron El Fasher desde su caída, sumándose a los 650.000 desplazados ya presentes en la zona. La ONG Human Rights Watch verificó videos que muestran ejecuciones y abusos cometidos por los paramilitares durante la huida de civiles.
“La región enfrenta una grave situación humanitaria y requiere acciones urgentes”, alertó la red de voluntarios.
Sudán: guerra civil, hambre y colapso institucional
El conflicto sudanés, que estalló en abril de 2023, surgió tras la ruptura del proceso de transición democrática posterior a la caída de Omar al Bashir. La guerra entre el ejército regular y las RSF ha causado millones de desplazados, propagación de enfermedades y destrucción de infraestructura esencial, consolidando a Sudán como una de las peores crisis humanitarias del planeta.
El Consejo de Seguridad reiteró su llamado a un alto el fuego inmediato y al inicio de un diálogo político inclusivo bajo liderazgo sudanés, rechazando la creación de gobiernos paralelos y cualquier tipo de injerencia extranjera.






















