Gentileza Alberto Gramajo
El grito contenido de toda una ciudad volvió a hacerse escuchar. Concepción FC regresará a una final después de 22 años, un logro que remueve viejas emociones en el sur y revive la mística de un club acostumbrado a renacer. El “Cuervo del Sur” venció a Bella Vista por 1 a 0, con gol de su capitán Víctor Rodríguez, y selló su pasaje al partido decisivo del Anual de la Liga Tucumana.
La última vez que el conjunto sureño disputó una final fue en 2003, cuando cayó ante Atlético Tucumán tras empatar 0 a 0 y perder 3 a 1 en la revancha. Desde entonces, atravesó descensos, crisis y años de reconstrucción hasta alcanzar nuevamente un lugar de privilegio. Hoy, bajo la conducción de Adrián Uslenghi, el equipo ha recuperado el espíritu combativo que siempre lo caracterizó.
El triunfo ante Bella Vista tuvo todos los condimentos de una batalla futbolera. En el primer tiempo, Concepción golpeó rápido: a los 20 minutos, “Vitín” Rodríguez conectó una pelota dentro del área y marcó el único tanto del encuentro. Antes del gol, el equipo del sur había convertido dos veces más, pero ambos tantos -de Hernán Lastra y Axel Epifanio- fueron anulados por el juez de línea Walter Pérez, en decisiones que generaron polémica y reclamos.
Expulsión clave
A pesar de jugar con uno menos por la expulsión de Facundo Espinoza sobre el cierre de la primera mitad, el “Cuervo” supo replegarse con orden y defender con uñas y dientes la ventaja. Bella Vista, que en la jornada de hoy celebra sus 100 años de vida, monopolizó la pelota en el complemento, aunque sin profundidad. Para colmo, perdió temprano a su delantero Luciano Argañaraz por lesión, lo que obligó a su entrenador, Rodolfo Díaz, a rearmar el ataque.
El “Gaucho” insistió con envíos aéreos, pero allí emergió la figura del arquero Pedro Villarreal, decisivo para mantener el arco en cero. “La pelota que le saqué a Mendoza fue la más difícil. Pude reaccionar a tiempo y esa atajada valió una final”, contó emocionado el guardameta, quien volvió a las canchas el año pasado tras una fractura de brazo sufrida en Ñuñorco. “Había pensado dejar el fútbol y dedicarme al comercio con mi papá en Aguilares, pero acá estamos, otra vez en una final”, agregó.
El defensor Sergio González también fue clave en el cierre: “Fue durísimo, pero sabíamos que podíamos aguantar. Nos anularon dos goles que para mí fueron legítimos, pero el grupo nunca se cayó. Cerramos todos los caminos y Villarreal fue figura”.
Para Uslenghi, que alcanzó su tercera final como entrenador -las anteriores habían sido con Lastenia y San Pablo, ambas con título-, el mérito estuvo en la fortaleza del grupo. “Después de la expulsión tuvimos que reacomodarnos, jugar con un 3-5-1 y resistir. El equipo fue solidario, y Pedro nos salvó en tres jugadas clave. Estoy feliz por este grupo que nunca baja los brazos”, destacó el técnico.
Concepción FC ahora espera rival: Social y Deportivo Graneros o Tucumán Central definirán el miércoles la otra semifinal. Pase lo que pase, el “Cuervo del Sur” ya hizo historia: 22 años después, volvió a volar alto y sueña con levantar la copa. (Producción periodística: Carlos Oardi)




















