La calculadora "decana": ¿qué necesita Atlético Tucumán para clasificarse a los playoffs del torneo Clausura?

Con la permanencia asegurada, los dirigidos por Hugo Colace buscarán seguir en carrera en la lucha por el título.

VA POR MÁS. Ortiz celebra con Ferrari el segundo gol contra Godoy Cruz. Atlético se aseguró la permanencia y ya tiene otro objetivo en la mira. VA POR MÁS. Ortiz celebra con Ferrari el segundo gol contra Godoy Cruz. Atlético se aseguró la permanencia y ya tiene otro objetivo en la mira. LA GACETA / Osvaldo Ripoll
12 Noviembre 2025

La semana comenzó diferente en Ojo de Agua. Por primera vez en mucho tiempo, el aire se sintió liviano. El alivio de haber asegurado la permanencia dejó espacio a una ilusión que parecía imposible hace apenas unas fechas atrás: la de que Atlético pueda meterse entre los ocho mejores del torneo Clausura y pelear, por qué no como lo hizo Platense en el Apertura, por el título.

Pero para eso, el “Decano” deberá jugar (y esperar) con el mismo temple que lo sostuvo durante el naufragio y contra Godoy Cruz.

El viernes, en “La Fortaleza”, el “Decano” enfrentará a Lanús sabiendo que no depende sólo de sí mismo. Necesita una victoria y una combinación de resultados que, aunque parezca compleja, no es inalcanzable. Como si el fútbol le diera una última vida, un pasaje posible hacia una fase que se veía lejana cuando el equipo peleaba por no caer al abismo.

La ecuación es clara, pero cargada de matices. Atlético debe ganarle a Lanús y luego mirar con atención lo que ocurra el sábado. En Mar del Plata, contra Aldosivi en un partido que parece la final del Mundo, San Martín de San Juan se jugará a su destino. Si el “Verdinegro” no gana, los tucumanos tendrán una ventana abierta. Pero hay más. El equipo sanjuanino depende también de lo que haga Godoy Cruz ante Riestra. Porque por más que los sanjuaninos ganen su partido, si el “Tomba” también suma de a tres deberán jugar un desempate para definir quién desciende por la tabla anual; y en ese caso San Martín quedaría automáticamente fuera de los playoffs.

Además, Sarmiento (que visita a San Lorenzo) y Gimnasia La Plata (que enfrenta a Platense) tampoco deben sumar de a tres para que Atlético pueda soñar con seguir jugando un tiempo más.

En caso de empate en La Fortaleza, el “Decano” necesitará que ninguno de esos tres equipos (San Martín, Sarmiento y Gimnasia ganen su partido). Un rompecabezas, sí; pero uno que todavía puede completarse si la suerte acompaña.

Hugo Colace lo sabe y no se engaña. “Lanús es un equipo en el que todos juegan bien. Nosotros nos sacamos un peso de encima que era la permanencia; ahora vamos a tratar de seguir adelante. Queremos más. Tenemos que jugar, sacar los tres puntos y esperar a ver qué pasa”, reconoció el entrenador, que en apenas un puñado de semanas logró darle identidad y alma a un grupo que venía golpeado por situaciones dentro y fuera de la cancha.

Marcelo Ortiz, el defensor que se transformó en símbolo de la resurrección, lo resume con sencillez. “En Lanús vamos a dar todo. Queremos conseguir la clasificación”. Y no lo dice como un deseo, sino como un compromiso. El central quiere seguir luchando por cosas importantes.

El partido se jugará con una mezcla de alivio y hambre. Ya sin la presión insoportable del descenso, Atlético podrá enfocarse en el juego, en encontrar esa versión sólida que mostró ante Godoy Cruz. “Hay alivio luego de asegurar la permanencia y ahora apuntar a clasificar a los playoffs”, había dicho, de manera contundente, Gianluca Ferrari, otra de las piezas clave del fondo.

La última fecha del Clausura llega con el tono épico de una película que se resiste a terminar. Atlético sobrevivió al vértigo, a los cambios de entrenadores, a las lesiones, a los rumores y a las discusiones internas. Y cuando parecía condenado a una temporada sin rumbo, el fútbol le devolvió la fe y la alegría.

El equipo de Colace recuperó algo que va más allá del resultado. Recuperó el orgullo; volvió a correr, a morder y a sufrir en cada pelota. Ganó un partido clave en su casa y encontró en la hinchada un espejo de resistencia. En ese contexto, viajar a Lanús con la chance de clasificar suena a premio, pero también a desafío moral. Demostrar que puede competir con los grandes y mirar hacia arriba sin vértigo.

El “Granate” no será un rival sencillo. Con futbolistas de jerarquía y un juego aceitado, Lanús buscará cerrar el año en casa con una victoria, más allá de que su foco está en la final de la Copa Sudamericana.

Colace trabaja en silencio, insistiendo en el orden defensivo y en la intensidad del mediocampo. Guillermo Acosta, dueño del alma del equipo, volvería a ser titular y su liderazgo puede ser determinante en un partido en el que el equilibrio será clave.

Atlético necesita jugar con cabeza fría y corazón encendido. Si logra repetir la solidez del último domingo y aprovechar los espacios, tendrá chances reales. Después, el destino dirá si los demás resultados acompañan.

Más allá de todo, Atlético ya ganó

Más allá de la matemática, el equipo ya consiguió algo más profundo; recuperar la dignidad competitiva. En un año marcado por el miedo y las tensiones, este final con esperanza es, de por sí, una victoria emocional.

Claro; el fútbol, a veces, se trata de resistir hasta que la suerte cambie y de no rendirse cuando el calendario parece empujar al abismo. Atlético lo hizo, y ahora, con el corazón menos pesado y la mirada más limpia, saldrá a La Fortaleza en busca de lo que hace unos días parecía imposible.

Ganarle a Lanús y esperar; esa es la consigna. Pero, pase lo que pase, el “Decano” ya ganó algo más importante que un lugar en los playoffs. Ganó la sensación de estar vivo, de haber sobrevivido a su propio caos y de haber vuelto a creer.

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