Fernando Espinoza apuntó contra Caruso Lombardi: "Si tocan a un compañero mío, vamos directo por él"
El árbitro denunció que el entrenador promueve un discurso que puede derivar en agresiones fuera de la cancha. Defendió la transparencia del arbitraje, desmintió versiones sobre su situación profesional y advirtió que, si alguien de su entorno sufre consecuencias por esas declaraciones, “irán directamente” contra el ex DT.
Fernando Espinoza volvió a cargar contra los dichos de Caruso Lombardi.
El árbitro internacional Fernando Espinoza expuso públicamente su malestar con Ricardo Caruso Lombardi y lo acusó de impulsar un discurso que, según él, alimenta la violencia alrededor del arbitraje. En una serie de declaraciones contundentes, Espinoza aseguró que el ex entrenador “no es consciente” del impacto que pueden tener sus palabras en la calle y lanzó una advertencia directa: “Si tocan a algún compañero mío, o a mí o un familiar, sabe que vamos directo por él”.
El eje del conflicto está en las críticas que Caruso Lombardi mantiene desde hace años hacia el arbitraje argentino. Para Espinoza, estas opiniones exceden el análisis deportivo y generan dudas o sospechas que pueden escalar a situaciones de hostilidad. “La crítica se acepta, pero no se puede pasar a las sospechas”, remarcó, al tiempo que defendió la integridad de los jueces y del fútbol argentino: “Es un deporte en el que descendieron River, Racing e Independiente; acá salieron más campeones distintos y más equipos juegan torneos internacionales”.
En otro tramo, Espinoza desmintió a Caruso Lombardi, quien habría afirmado que había sido echado de su puesto internacional. Explicó que no perdió la chapa por sanción, sino porque decidió orientarse a su carrera como árbitro VAR, dejando su función de campo para obtener una acreditación específica.
Además, reivindicó su transparencia y aseguró estar sometido a controles estrictos: “Soy muy libre. Mis cuentas, las de mis familiares y mi patrimonio están investigados por las comisiones de Ética de AFA, Conmebol y FIFA. No puedo jugar ni a la quiniela”. En esa línea, volvió a apuntar contra Caruso: “A él le pagan por estar en un lugar y hablar mal de fútbol. Hay que tener un límite y cuidar este deporte, que les da de comer a millones de personas cada domingo”.
El enfrentamiento entre ambos no es nuevo. Tras un partido entre Deportivo Riestra e Independiente, Espinoza ya había calificado a Caruso de “idiota”. Ahora, la tensión escaló a un nivel mayor, con acusaciones cruzadas y una advertencia que marcó el punto más áspero del conflicto.
Para Espinoza, la discusión no es personal sino institucional: busca frenar lo que interpreta como una incitación a la violencia contra los árbitros. Para Caruso Lombardi, históricamente crítico del arbitraje, se trata de un reclamo sobre fallos y funcionamiento. La confrontación vuelve a exponer un problema recurrente en el fútbol argentino: el límite difuso entre la crítica y la hostilidad.





















