Aunque piedra, papel o tijera parece un juego sencillo guiado puramente por el azar, científicos de la Universidad de Western Sydney (Australia) demostraron que hay una forma de mejorar significativamente las probabilidades de ganar. La clave, según su investigación, está en ser lo más aleatorio posible y evitar que las decisiones se vean influidas por la jugada anterior.
El equipo publicó sus resultados en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience, donde detallan cómo la actividad cerebral de los jugadores revela patrones que pueden volverse previsibles… y explotables por el oponente.
15.000 partidas revelan el secreto: la imprevisibilidad absoluta
Para el estudio, los investigadores aplicaron el método del hiperescaneo, una técnica que permite registrar simultáneamente la actividad cerebral de dos personas durante una interacción.
El experimento incluyó:
15.000 partidas de piedra, papel o tijera
Análisis de 480 rondas por pareja
Registro de actividad cerebral en tiempo real
Los resultados fueron contundentes: quienes se dejaban influenciar por rondas anteriores perdían más. La mente humana, dicen los expertos, tiende a buscar patrones donde no los hay, lo que genera sesgos y hace que nuestras decisiones sean más fáciles de anticipar.
La ciencia lo confirma: no somos buenos siendo aleatorios
Los investigadores observaron varios comportamientos recurrentes:
La mayoría de los jugadores no lograron ser verdaderamente imprevisibles.
Más de la mitad se inclinó por elegir “piedra” con mayor frecuencia.
“Papel” fue la segunda opción más usada.
“Tijera” resultó ser la menos popular.
Los jugadores tendían a evitar repetir su elección, cambiando de jugada más a menudo de lo que dictaría el azar.
Esto crea patrones fáciles de anticipar. Por ejemplo, si alguien evita repetir “papel”, es probable que cambie a “piedra” o “tijera”, lo que abre la puerta a predicciones más acertadas.
Por qué mirar el pasado te hace perder
El estudio aclara un punto clave: solo quien pierde una ronda recibe información útil sobre la jugada del oponente. El ganador, en cambio, no obtiene ningún dato nuevo que le permita anticiparse de forma objetiva.
Confiar demasiado en el resultado previo genera:
Sobrerreacción a patrones inexistentes
Predicciones equivocadas
Pérdida de la ventaja estratégica
Por eso, según los científicos, la mejor manera de ganar es no analizar demasiado el pasado y enfocarse en no repetir patrones detectables.
La estrategia ganadora: cómo aplicar el “truco” científico
La recomendación final de los investigadores es simple y contundente:
1. Elegí de forma completamente aleatoria.
No intentes anticiparte al rival ni diseñar una secuencia. Eso te vuelve predecible.
2. Evitá mirar la jugada anterior.
No importa si ganaste o perdiste: la ronda pasada no predice nada.
3. No desarrolles preferencias.
Si jugás más “piedra”, tarde o temprano tu oponente lo detectará.
4. Cortá patrones.
Si te das cuenta de que estás alternando movimientos (piedra → papel → tijera), interrumpí la secuencia.
Conclusión: menos análisis, más azar
El estudio demuestra que el cerebro humano busca patrones incluso cuando no existen, y eso nos hace vulnerables. En cambio, quienes logran “desconectar” del pasado y tomar decisiones impredecibles aumentan considerablemente sus chances de ganar.
Como resumen final, los investigadores destacan:
“Quienes dejan de sobreanalizar el pasado tienen más probabilidades de éxito en el futuro.”






















