Natación venció a Huirapuca 3-2 en la final del Anual y ratificó su reinado en el hockey femenino

Las "Blancas" cerraron una final intensa al mejor de tres, ganaron 3-2 en su cancha y levantaron el título por segundo año consecutivo tras ser el mejor del Clasificatorio.

FESTEJO. Las chicas de Natación y Gimnasia celebran con la copa del Clasificatorio y del Anual. FESTEJO. Las chicas de Natación y Gimnasia celebran con la copa del Clasificatorio y del Anual. Foto de Gonzalo Cabrera Terrazas.

Había algo más que un título en juego. Para Natación y Gimnasia, ganar este torneo Anual no era solo cerrar una temporada. Era sostener una identidad, defender una regularidad que se vio durante todo el año y demostrar, ante su gente y en su propio campo, que ser las mejores también es una obligación que se juega en los momentos decisivos. Y esta final, definida al mejor de tres, lo exigió al máximo: Huirapuca había ganado el primer punto 1-0, Natación igualó la serie al imponerse 2-1 en el segundo, y recién en este tercer duelo se resolvería al campeón. En el partido que valía todo, lo hicieron: las “Blancas” derrotaron 3-2 a Huirapuca en una definición vibrante y confirmaron lo que el hockey femenino ya intuía desde hace meses: Natación fue el mejor equipo del 2025.

El inicio, sin embargo, tuvo un contratiempo inesperado. A los 4’, Huirapuca abrió el marcador cuando Guillermina Dande se adelantó unos metros y sacó un remate fuerte que dejó sin reacción al fondo local. El 0-1 obligó a Natación y Gimnasia a calmar ansiedades y a reacomodarse tácticamente, mientras la visita imponía su orden durante la mayor parte del primer cuarto. Las locales apenas lograron un par de aproximaciones sin profundidad, como anticipo de que la tarde no sería sencilla.

Pero el segundo cuarto cambió por completo la historia. Las dirigidas por Santiago Vargas adelantaron líneas, recuperaron más arriba y encontraron en el córner corto la herramienta ideal para comenzar la remontada. Primero lo intentó con una jugada preparada entre Agustina Bringas y Rocío Campero, cuyo remate rebotó entre dos palos. Luego llegaron varios cortos consecutivos que exigieron a Virginia Pujadas, figura de la visita en ese pasaje.

Hasta que la presión encontró recompensa. A los 21’, Bringas ejecutó un nuevo corto y Campero apareció con un desvío preciso para establecer el 1-1. La delantera -que regresó al club tras su experiencia en San Lorenzo con el objetivo de volver a salir campeona- fue ovacionada por la hinchada apenas la bocha cruzó la línea. Ese grito cambió el pulso del partido.

Y siete minutos después, Natación repitió la fórmula que ya empezaba a volverse letal.

Bringas volvió a sacar y “Roca” Campero, con un remate más potente aún, estampó el 2-1. “Volver al club y salir campeona era mi sueño; este equipo no se guarda nada”, expresó Campero en diálogo con LA GACETA, emocionada por la respuesta de la gente y por el protagonismo que asumió en la serie.

Natación se fue al descanso con ventaja y control, incluso pese a la amarilla a Josefina Ibáñez, que obligó a sostener los últimos minutos del segundo cuarto con una menos.

El tercer cuarto consolidó el dominio local. A los 32’, tras una jugada con rebotes dentro del área, Constanza Suárez conectó un remate cruzado que se convirtió en el 3-1. Fue el gol que parecía encaminar definitivamente la tarde en favor de las “blancas”, que movía la bocha con seguridad y obligaba al equipo de Concepción a perseguir un partido cada vez más cuesta arriba.

Tensión hasta el final

Pero en las finales siempre hay un margen para el sufrimiento. A los 49’, un corto visitante terminó en el descuento de Milagros Almaraz, y el 3-2 tensó los últimos minutos.

Hubo reclamos por pies no sancionados, amarilla a Suárez por protestar y una atajada clave de la arquera local ante un intento de Dande. El cierre fue el que suelen tener los títulos: intenso, friccionado y emocional.

Natación resistió con orden y personalidad, sosteniendo cada pelota dividida y cada salida con la calma de los equipos que saben cerrar. Allí también se notó la mano del cuerpo técnico.

 “Fue un mini torneo; teníamos que llegar con piernas al último partido porque nuestro juego es de mucha posesión”, explicó luego el entrenador Vargas, satisfecho con un plan que se reflejó en la cancha.

La chicharra final confirmó algo más que una victoria. Confirmó que Natación es bicampeón porque repitió lo alcanzado en 2024, ganó dos de los tres partidos de la serie y, además, ya había sido el mejor del Clasificatorio, lo que lo convierte en el dueño absoluto del año. A pesar de los pronósticos, el mejor, otra vez, fue el “Blanco”.

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