Una profesora denunció el acoso de sus alumnos y escribó una espeluznante carta: "Se mueven como manada"

Sucedió en España. En el último Halloween, medio centenar de menores se presentaron en la casa de la docente para insultarla y lanzar huevos y limones contra la fachada.

El Instituto de Plentzia en el que se se estudian los alumnos que han participado en el acoso a una de las profesoras.IREKIA El Instituto de Plentzia en el que se se estudian los alumnos que han participado en el acoso a una de las profesoras.IREKIA
22 Noviembre 2025

La agresión sufrida por una profesora del instituto Uribe Kosta de Plentzia (Vizcaya) el pasado 31 de octubre no fue un hecho aislado. La docente, identificada como Nagore, llevaba años denunciando hostigamiento por parte de alumnos del centro y de menores del municipio. Este martes volvió a circular una carta que ella misma había publicado en noviembre de 2024, en la revista XL Semanal, donde advertía que el vandalismo juvenil se había normalizado y que muchos jóvenes actuaban “en grupo, como una manada”.

El documento cobra ahora una relevancia dramática: lo que describía entonces se materializó el último Halloween, cuando medio centenar de menores se presentaron en su casa para insultarla y lanzar huevos y limones contra la fachada. La docente está actualmente de baja médica.

El Departamento vasco de Educación activó el protocolo de agresión y la Ertzaintza abrió diligencias. La Fiscalía de Menores investiga los hechos. El curso pasado, el centro había abierto expedientes disciplinarios a 23 alumnos, pero el hostigamiento continuó.

Qué denunciaba la profesora en su carta: “Actúan en grupo, como una manada”

Hace un año, Nagore describió en su carta un patrón de violencia grupal protagonizado por menores coincidiendo con festividades como Halloween, Nochevieja o San Juan. Allí advertía:

Que se había vuelto “común” que menores de 12 a 14 años actuaran de forma vandálica.

Que estos jóvenes actuaban “en grupo, como una manada”, arrojando objetos contra vecinos y propiedades.

Que muchos actuaban bajo la creencia de que estaban “exentos de consecuencias”.

Que el vandalismo se percibía como una forma de diversión y estaba acompañado por una falta de empatía y respeto.

Nagore señalaba que esta cultura del “todo vale” no solo causaba daño material, sino que afectaba la convivencia y convertía a los vecinos en objetivos de agresiones reiteradas.

La carta, que vuelve a resonar tras el ataque

En el texto, la profesora hacía un llamamiento urgente a la comunidad:

“No se trata de sancionar o castigar, sino de educar en valores constructivos, de asumir las consecuencias de los actos y de evitar que se repitan”.

También apelaba a la responsabilidad de familias, educadores e instituciones, pidiendo que se reflexione sobre el tipo de convivencia que se quiere construir.

Una denuncia que no fue escuchada a tiempo

El ataque masivo del pasado 31 de octubre confirma las advertencias que Nagore había realizado desde hacía ocho años. Aunque existían medidas disciplinarias previas, estas no lograron frenar la escalada de hostigamiento.

El Departamento de Educación reiteró su “máximo rechazo” a cualquier agresión al profesorado y aseguró que la docente contará con apoyo jurídico, psicológico y administrativo.

Mientras avanza la investigación, la carta de Nagore —que un año atrás parecía un alerta general— hoy se lee como una crónica anticipada de lo ocurrido.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios