¿Cuál es el tratamiento que reduce los riesgos de padecer diabetes?
Cuidar la salud de los dientes va más allá de un intento por mejorar la estética, sino que es además un requerimiento del bienestar de nuestro corazón, del páncreas y de la mayor parte de nuestro sistema cardiovascular. Los expertos advierten que un reconocido tratamiento puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y diabetes.
Un estudio clínico pionero, realizado por el King's College London, en el Reino Unido reveló que el tratamiento de conducto influye en la química sanguínea y en consecuencia en la salud en general. La investigación se basó en un análisis de dos años a setenta y cinco pacientes y reveló la manera en que la intervención odontológica influye en los padecimientos de diabetes y enfermedad cardíaca.
Mejoras tras el tratamiento de conducto
La investigación publicada en la revista Journal of Translational Medicine realizada a los pacientes del Guy’s and St Thomas’ NHS Foundation Trust reveló que el tratamiento de conducto exitoso se asoció con un mejor metabolismo de la glucosa, al disminuir los niveles de azúcar en sangre de manera significativa durante los dos años posteriores al tratamiento. Este es un factor clave en la prevención de la diabetes.
Además se observaron mejoras a corto plazo en los niveles de colesterol y ácidos grasos en sangre, lo que contribuyó a los perfiles lipídicos, elementos estrechamente vinculados a la salud cardíaca.
Por último, esta intervención reveló una disminución de los marcadores de inflamación frecuentemente asociados al riesgo cardiovascular y otras enfermedades crónicas, se redujeron con el tiempo.
Contra la inflamación y la hiperglucemia
El trabajo se centró en pacientes con infección dental común (periodontitis apical), una condición que permite que bacterias ingresen al torrente sanguíneo y eleven la inflamación sistémica. Esta inflamación se asocia con un mayor riesgo cardíaco y una menor capacidad para controlar los niveles de azúcar en sangre.
La autora principal, la doctora Sadia Niazi, subrayó la importancia de este vínculo: “Las infecciones de conducto radicular de larga duración pueden permitir que las bacterias entren en la sangre, desencadenen inflamación y aumenten los niveles de glucosa y grasas en sangre, elevando el riesgo de problemas graves como enfermedades cardíacas y diabetes”, afirmó.
Los resultados mostraron que el éxito del tratamiento de conducto se asoció con “una mejora en el metabolismo de la glucosa: los niveles de azúcar en sangre disminuyeron significativamente durante los dos años posteriores al tratamiento, un factor clave en la prevención de la diabetes”, según los datos recogidos por el equipo de King’s College London.
Además, se observaron mejoras a corto plazo en los perfiles lipídicos, con descensos en el colesterol y los ácidos grasos, elementos estrechamente ligados a la salud cardiovascular.























