El impacto de la avenida Francisco de Aguirre

La instalación de un complejo semaforizado en Francisco de Aguirre y Muñecas contribuye a la mejora en la circulación vial.

23 Noviembre 2025

La instalación de un complejo de semáforos en la esquina de Francisco de Aguirre y avenida Las Américas, en el extremo noroeste de San Miguel de Tucumán constituye una buena noticia para muchos conductores y peatones que circulan a diario por una zona que ha vivido un desarrollo enorme en los últimos años. La consolidación de Lomas de Tafí y la necesidad de buena parte de la sociedad de encontrar caminos alternativos y ágiles para circular en el eje este-oeste y oeste-este han dotado a este punto de un dinamismo particular.

Desde que fue pavimentado el tramo de Francisco de Aguirre que atraviesa Villa Muñecas (entre la Ejército del Norte y el pozo de Vargas), esta avenida antes marginal se ha convertido en una arteria central para unir dos extremos de la ciudad y distintos municipios. El colapso de otros corredores, como Belgrano - Sarmiento- Gobernador del Campo, Mate de Luna - 24 de Septiembre - Benjamín Aráoz y Roca - Pedro Miguel Aráoz, y la falta de una autopista de circunvalación que realmente rodee el ejido urbano del Gran Tucumán condicionan la circulación. Es por eso que la Francisco de Aguirre emergió como una alternativa para ir desde Yerba Buena al centro o a cualquiera de los municipios del este con una agilidad imposible de replicar en las otras avenidas.

Ahora bien, esa experiencia fue hasta hace no mucho tiempo un viaje al corazón de las carencias urbanas: un tránsito desordenado en el que se mezclaban los camiones con las motos y las bicicletas; pérdidas de líquidos cloacales; cruces riesgosos sin ninguna señalización; pavimento deteriorado en varios tramos, zonas inundables en días de tormentas; robos, oscuridad y un largo etcétera.

No podemos decir que todos estos problemas se han solucionado, claro. Quien no esté acostumbrado a circular por esa zona con frecuencia es posible que se escandalice la primera vez que lo haga. Pero sí es cierto que algunas situaciones han mejorado. Aquí se inscribe, por ejemplo, la instalación de complejos de semáforos en algunos de los cruces más complicados, como el que abre este texto o el de la esquina con Viamonte. También se ve más presencia policial y algunas zonas en las que el asfalto estaba en mal estado han sido repavimentadas.

Todo esto nos lleva a reflexionar sobre las complejas dinámicas urbanas que ocurren de modo permanente, aunque nos parezcan imperceptibles. Y en los desfasajes que se producen entre estos procesos y la reacción del Estado, que es quien debe proporcionar soluciones a las tensiones que se generan en los espacios en transformación. El uso que hoy se le da a la Francisco de Aguirre no es nuevo, viene desde hace varios años. Pero recién ahora se percibe una intención clara de la Municipalidad capitalina por ordenarlo. Creemos que esta es una buena señal y hacemos votos para que se replique en otros puntos complicados del Gran Tucumán, como el Camino del Perú, la ruta 301, el cruce de las rutas 9 y 306, a la altura de San Andrés. En estos tres sectores se superponen las jurisdicciones de distintos municipios, comunas y organismos provinciales, como Vialidad. Aunque cueste, no deberíamos verlo como un obstáculo, sino como una oportunidad para brindarle soluciones de calidad a la ciudadanía.

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