Crianza y aula: cómo recuperar el trabajo conjunto entre padres y docentes

Durante “Encuentros LA GACETA”, especialistas remarcaron que el compromiso familiar y los valores del hogar son la base del aprendizaje escolar y de una sociedad más empática.

EDUCACIÓN. Carolina Ferreyra y Florencia de Zavalía. EDUCACIÓN. Carolina Ferreyra y Florencia de Zavalía.
26 Noviembre 2025

La educación es un recorrido que no se transita en soledad. En cada aula, detrás de cada alumno, hay una historia familiar que acompaña, contiene y también enfrenta los desafíos del mundo actual. Esa fue la premisa de “Encuentros LA GACETA”, en el panel que reunió a Carolina Ferreyra, psicóloga, fundadora de Tiendida y creadora de Crianza Summit 2025, y a Florencia de Zavalía, profesora de educación especial, magíster en pedagogía infantil y fundadora de Crier y Zelmira Learning, una plataforma digital que adapta contenidos para chicos neurodivergentes.

Ambas especialistas coincidieron en que la escuela y la familia deben formar una alianza real para acompañar a los niños y adolescentes en su desarrollo emocional, social y cognitivo. “Los límites son un gran tema en la crianza. Un niño que no tiene límites en su casa difícilmente los respete en la escuela. Es en el hogar donde se marcan las primeras reglas que ordenan la conducta y la convivencia”, plantó Ferreyra.

La psicóloga explicó que la falta de tiempo y la desconexión emocional generan vacíos que impactan directamente en la educación. “Hoy los adultos estamos muy ocupados, con menos presencia en casa. Pero la disponibilidad no tiene que ver con las horas, sino con la calidad del vínculo. Estar disponible es estar realmente con nuestros hijos, escucharlos, mirarlos, compartir con ellos sin pantallas de por medio”, reflexionó.

Ferreyra también remarcó que poner límites y brindar afecto no son acciones opuestas, sino complementarias. “Los niños necesitan marcos claros, pero también contención y empatía. Los límites puestos desde el amor ordenan y sostienen, mientras que los del miedo sólo generan distancia”, dijo. “Si en la casa no se educa en valores, la escuela sola no puede. La empatía, la comunicación y la solidaridad deberían ser los pilares”, agregó.

Inclusión y acompañamiento

Desde una mirada más tecnológica y pedagógica, de Zavalía aportó su experiencia en la creación de Zelmira, una herramienta que permite adaptar materiales para alumnos con distintas necesidades de aprendizaje. “Vi muchos docentes desbordados y padres agotados. Y también alumnos frustrados que sentían que, por más que estudiaran, nunca lograban los resultados esperados. Era necesario crear una herramienta que acompañara sin reemplazar a nadie”, aseguró.

La emprendedora explicó que el avance de la inteligencia artificial puede ser una aliada de la inclusión si se usa con criterio. “Zelmira está potenciada por IA, pero respaldada por profesionales. No viene a reemplazar a los docentes, sino a potenciar su trabajo, a ahorrarles tiempo y a garantizar que cada estudiante reciba el apoyo que necesita”, explicó.

Por último, remarcó que la inclusión no depende solo de los recursos, sino del compromiso colectivo. “La aceptación de las familias es fundamental. Sin ese primer paso, es muy difícil ayudar al alumno”, afirmó.

 “Hagamos alianzas entre familias y escuelas. Si un padre ve que algo afecta a su hijo, que lo hable con los docentes. Y si una escuela necesita apoyo, que convoque a las familias. Educar es una tarea compartida”, cerró Ferreyra.

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