"PAUSE BEFORE YOU POST". EL anuncio de Irlanda revela el riesgo real de subir fotos de los hijos a las redes. / CAPTURA DE PANTALLA
La discusión sobre el sharenting, la práctica de compartir fotos, videos y otros contenidos sobre los chicos menores de edad en internet y redes sociales volvió a instalarse en la agenda internacional después de que la Comisión de Protección de Datos de Irlanda presentara una campaña audiovisual que busca interpelar a padres y madres sobre lo que publican de sus hijos en redes. Con el lema Pause before you post (“Pensá antes de publicar”), el organismo muestra de manera cruda cómo desconocidos pueden acceder a información sensible de niños y niñas a partir de fotos, videos y datos que los propios adultos comparten sin medir consecuencias.
La protagonista del anuncio es Éabha, una niña que aparece en situaciones cotidianas: antes de un partido, en su cumpleaños o camino a un entrenamiento. Sin embargo, la sorpresa aparece cuando personas que ella no conoce la llaman por su nombre, comentan sus actividades o le desean suerte con familiaridad. “¿Conoces a ese hombre?”, pregunta la madre en una escena que busca generar un quiebre en el espectador.
El riesgo no está solo en la imagen, sino en todo lo que revela
La campaña pone el foco en un punto clave: no se trata únicamente de la foto publicada, sino del rastro digital que se construye de manera involuntaria. Con cada publicación, los adultos pueden dejar expuestos datos como la edad de los chicos, el nombre de su escuela o club, los horarios en los que se mueven, sus amistades y hasta las rutinas familiares.
Según la Comisión de Protección de Datos, ese flujo constante de contenido puede terminar en manos equivocadas y derivar en situaciones graves. El anuncio muestra cómo, sin mala intención, los padres de Éabha habían revelado en redes desde su fecha de nacimiento hasta la ubicación de su club de fútbol, sus horarios de entrenamiento, y detalles sobre quién la acompaña o la retira.
La escena evidencia cómo la suma de pequeñas publicaciones puede formar un perfil completo sobre un niño: dónde vive, con quién se relaciona, qué actividades realiza y en qué horarios se encuentra más vulnerable.
El impacto buscado: generar inquietud para promover cambios
La pieza producida por la agencia creativa Core apunta a incomodar. Desde la empresa reconocen que el desafío fue construir un relato que hiciera visible un riesgo que, por cotidiano, suele pasar inadvertido. El objetivo era que las familias sintieran la urgencia de revisar cómo exponen a sus hijos y qué huella digital están creando sin que los chicos menores de edad puedan decidir sobre ella.
La Comisión irlandesa recuerda que, aunque el sharenting se normalizó en la vida diaria, puede abrir puertas no deseadas: desde el uso indebido de imágenes hasta la exposición de rutinas o datos sensibles que permiten identificar contextos vulnerables.
El mensaje de la campaña es directo: la seguridad digital empieza en casa y cada foto o video compartido puede construir, sin intención, una ventana abierta para desconocidos.




















