“Stranger Things”, un movimiento telúrico que pide continuidad

Usuarios señalan fallas en Netflix en el estreno de la última temporada. Los creadores admiten que un spin-off está en desarrollo.

PROTAGONISTAS. La serie, creada por Duffer Brothers, instaló de manera masiva a los personajes que lidian con eventos sobrenaturales. PROTAGONISTAS. La serie, creada por Duffer Brothers, instaló de manera masiva a los personajes que lidian con eventos sobrenaturales.
Santiago Pérez Cerimele
Por Santiago Pérez Cerimele 03 Diciembre 2025

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No solo el corrimiento de placas tectónicas provoca que el mundo se sacuda. Aunque en sentido figurado, también generan sismos de diversa intensidad fenómenos políticos, sociales, deportivos y artísticos, entre otros. Sucedió recientemente, con el lanzamiento a nivel global de la quinta -anunciada como la última- temporada de “Stranger Things”, la serie sobre un grupo de adolescentes que lidia con eventos sobrenaturales.

El estreno llegó con potencia; y resulta lógico, a partir de cómo se fue generando el clima previo. Apenas se habilitaron los primeros episodios, usuarios en distintos países reportaron fallas en Netflix, la plataforma de streaming donde puede verse la serie. Mediante un comunicado, la empresa minimizó lo ocurrido; dijo que algunos clientes habían registrado inconvenientes, y que todo se había solucionado en cinco minutos. En sitios especializados se habla de que el colapso se había extendido por alrededor de una hora. Pese a los contratiempos, el tráfico se normalizó rápidamente y el fenómeno avanzó con cifras que estimularon otra vez el músculo de la plataforma.

Algunos títulos funcionan como barómetros del consumo digital. “Stranger Things”, uno de los últimos grandes fenómenos de las series que usuarios eligen para “maratonear”, confirma ese diagnóstico: cuando aparece, arrastra consigo conversaciones globales -vía redes sociales-, reaviva temporadas previas y empuja a la plataforma a reorganizar su aparato comercial.

El estreno como evento

Para esta quinta temporada, Netflix apostó por un lanzamiento en volúmenes, con un primer bloque de episodios y nuevas tandas previstas para las siguientes semanas. La estrategia ya había sido utilizada con éxito en la temporada anterior, y volvió a funcionar: el interés se visualizó en las redes y los episodios treparon de inmediato hasta los primeros puestos de los rankings globales. Y, por supuesto, se registró el “efecto arrastre” que generan las producciones que funcionan como locomotoras de audiencias: las cuatro temporadas anteriores también escalaron posiciones en esos escalafones; algo típico de las series devenidas marca. Cada entrega de “Stranger Things” activa un ritual masivo que atraviesa generaciones.

Entusiasmo y reparos

Los primeros análisis que pueden leerse en sitios especializados señalan que la temporada final apuesta por un tono épico, con más efectos, más acción y un intento por cerrar arcos narrativos que llevan casi una década en construcción. Páginas web que recopilan reseñas muestran un balance sólido, en general; aunque estos comentarios resultan menos unánimes que en el caso de las primeras temporadas de la serie. Críticos destacan la madurez del elenco y el regreso a una narrativa más oscura, pero cuestionan algunos pasajes por exceso de nostalgia y resolución apresurada.

En foros de opinión y en las redes sociales se advierte un clima similar: entusiasmo por el reencuentro con los personajes más queridos, discusiones encendidas sobre el destino de Eleven y múltiples teorías sobre el papel final de Vecna. La conversación pública -potenciada por TikTok, por Instagram, por X (ex Twitter) y por YouTube- es uno de los motores del fenómeno. La construcción de tendencias culturales por parte de las comunidades de fanáticos vuelve a verificarse con esta temporada.

Pero con independencia de las consideraciones “foráneas”, la maquinaria promocional de Netflix operó con su precisión habitual, de reloj suizo: anuncios en su sitio Tudum, alianzas comerciales con marcas de indumentaria y coleccionismo, productos exclusivos y campañas pensadas para multiplicarse en redes. Las activaciones digitales -incluidos mapas interactivos, filtros y experiencias musicales- complementaron un despliegue que busca extender la vida útil de cada episodio. Con el estreno mundial de la quinta temporada de “Stranger Things”, la plataforma reforzó su estrategia de convertir cada estreno relevante en un acontecimiento transmedia, en el cual sentarse a ver la serie resulta solo un componente más dentro de un universo de consumos posibles.

¿Nace una franquicia?

Aunque Duffer Brothers -los creadores de la serie- insistieron en que la historia principal concluye, la posibilidad de expandir el universo ya está instalada como debate. En entrevistas publicadas por diversos medios internacionales Duffer Brothers admiten que un spin-off está en desarrollo temprano, aunque con un enfoque distinto: nuevos personajes, nuevos escenarios y vínculos “tangenciales” con la serie original.

Por otro lado, los ejecutivos de Netflix no ocultan su interés por sostener el activo más poderoso de su catálogo. La magnitud del fenómeno -sumada al rendimiento en merchandising y a la repercusión global- convierte a “Stranger Things” en una candidata lógica a franquicia, aunque esa continuidad dependerá -como siempre- del equilibrio entre rentabilidad y creatividad.

Por ahora, la temporada final funciona como cierre. Y el éxito de su estreno confirmó que, aun dentro de un ecosistema hipercompetitivo, algunas historias todavía pueden detener el mundo por un rato.

Música y objetos que nos hicieron viajar a los 70 y los 80

Uno de los efectos más llamativos del regreso de “Stranger Things” no proviene del desarrollo de la historia, sino del poder que la serie volvió a demostrar sobre la cultura pop. El estreno de su quinta temporada -anunciada como la última- reactivó la reproducción de playlists de éxitos de los 70 y de los 80. Ni bien se habilitaron los capítulos, discográficas y plataformas de streaming musical detectaron picos de escucha de canciones vinculadas al universo de Hawkins. El fenómeno no es nuevo: ya se había dado con la explosión mundial de “Running up that hill”, de Kate Bush, en la cuarta temporada. Y hace tiempo que Spotify ofrece la lista oficial de las canciones que suenan en la serie. En la Argentina, usuarios reportaron en redes la reaparición de temas clásicos en rankings locales; algo similar ocurrió años atrás.

EN TODO EL MUNDO. El fenómeno de la serie generó un impacto comercial en distintos rubros. EN TODO EL MUNDO. El fenómeno de la serie generó un impacto comercial en distintos rubros.

En diversos aspectos, pero particularmente en la música, la serie creada por Duffer Brothers opera como un puente generacional: padres que vivieron la época original en la que se desarrolla la historia y adolescentes digitales se conectan mediante melodías que la ficción coloca en primer plano. El mecanismo es simple: cada escena cargada de emoción o de tensión se transforma en un resorte musical que catapulta el tema asociado.

El fenómeno, además, tiene impacto comercial. Según medios internacionales, disquerías, comercios de coleccionismo y tiendas online reportaron un aumento en ventas de vinilos y reediciones de bandas ochentosas.

Pero la música no es el único vehículo que ofrece la serie para los viajes al pasado que muchos usuarios están haciendo. Desde la primera temporada, “Stranger Things” se presentó como un homenaje a la era del VHS, de los arcades y del walkman, entre otros.

De esa manera, la serie también reavivó el interés por la tecnología retro: cámaras analógicas, reproductores portátiles de casetes, consolas antiguas, entre otros, hoy recuperan valor simbólico. En ferias, tiendas vintage y plataformas de compraventa se observa un aumento de búsquedas asociadas a la estética de la serie; en especial, entre jóvenes que no vivieron esa época.

En un mercado marcado por la inmediatez, “Stranger Things” vuelve a demostrar que la nostalgia, cuando se enlaza con una narrativa exitosa, no es sólo un recurso estético: es una fuerza económica.

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