Luis Caputo. CAPTURA DE VIDEO
En el cierre del año, el almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) reunió a casi 300 empresarios en un clima dominado por la idea de que la economía atraviesa una etapa de mayor previsibilidad. Fue en ese marco que la presidenta de la entidad, Bettina Bulgheroni, dio la bienvenida al ministro de Economía nacional, Luis Caputo, destacando que “la estabilidad es real, convivimos con ella cada día”.
Esa percepción se repitió entre los asistentes, quienes vieron en la estabilidad y el orden -no solo macroeconómico- los principales avances del período. “La estabilidad es la mejor política industrial”, respondió Caputo ante consultas de la prensa.
Los empresarios se mostraron optimistas respecto de que las reformas laboral y tributaria les permitan ganar competitividad, aunque remarcaron que la infraestructura sigue siendo un elemento decisivo. El presidente de la UIA, Martín Rappallini, sostuvo que el orden macroeconómico, el ahorro público y el crédito “son factores centrales”, pero advirtió que también inciden la inversión en infraestructura, la reducción impositiva y un régimen laboral moderno.
Las preguntas dirigidas al ministro se centraron, justamente, en obras de infraestructura. Caputo ratificó que continúan las licitaciones para miles de kilómetros de rutas, el concurso de la Hidrovía y que espera avances concretos en el primer trimestre. También anticipó que el crecimiento del año próximo superará las proyecciones y que el Estimador Mensual de noviembre mostrará un desempeño positivo.
A pesar de que algunos rubros industriales muestran señales de recuperación, otros continúan rezagados, al igual que la construcción, uno de los sectores más golpeados. Bulgheroni resumió el clima del sector privado: “El entorno actual de negocios nos presenta desafíos tanto como oportunidades. En ese contexto es esencial que trabajemos juntos”.
Caputo reiteró su optimismo respecto del rumbo económico y ofreció detalles sobre la política monetaria y cambiaria.
Deuda
El ministro aclaró que, por ahora, el gobierno de Javier Milei no definirá si emitirá nueva deuda o activará un REPO con bancos internacionales por entre U$S6.000 y U$S7.000 millones. Señaló que cualquier decisión quedará supeditada a una compresión significativa del riesgo país. Explicó que el Tesoro evalúa distintos escenarios ante la posibilidad de que el mercado se vuelva más favorable en el corto plazo. Agregó que, además de esas opciones, “se están estudiando otras alternativas", consignó el diario "Ámbito".
A comienzos de enero el Estado deberá afrontar el pago de U$S4.300 millones por Bonares y Globales, obligación que Caputo consideró manejable y reiteró que “vamos a pagar siempre las deudas”.
Riesgo país
El ministro repasó el contexto de los últimos meses para ilustrar la dificultad de anticipar el comportamiento del mercado. Recordó que el riesgo país se ubicaba en 500 puntos básicos el año anterior y sostuvo que, dada la eliminación de restricciones cambiarias, el acuerdo con el FMI y el respaldo electoral, podría haberse esperado un descenso más fuerte. Aun así, justificó los niveles actuales por la incertidumbre política.
Caputo evitó prever cuándo podría bajar el riesgo país, aunque confió en que la agenda de reformas -tributaria, laboral, Presupuesto y la ley de Presunción de Inocencia- permitirá una reducción gradual. Estimó que el indicador podría converger a 300 puntos básicos, sin arriesgar plazos concretos.
Reservas
Caputo defendió la política de reservas y afirmó que el actual es “el gobierno que más reservas compró en la historia reciente”, precisando que se destinaron a obligaciones externas y al pago de importaciones. Diferenció la compra diaria de la acumulación neta y consideró que 2026 será un año más propicio debido al avance en refinanciaciones y acceso a mercados.
Explicó que la compra de reservas se apoyará en el crecimiento de la demanda de dinero, evitando instrumentos remunerados. Señaló que, según el Presupuesto, la base monetaria crecería 25% en términos nominales, lo que permitiría adquirir alrededor de U$S7.000 millones, cifra que podría ampliarse según las condiciones.
Caputo remarcó que la intención es que aumente la oferta de divisas por la cuenta capital y financiera, y defendió el esquema de bandas cambiarias aplicado “con buenos resultados” en otras economías. Insistió en que, a diferencia de experiencias previas, los cambios actuales se sostienen por la convicción del equipo económico y el apoyo de Javier Milei.





















