Hermanos Smith, frente a frente: el duelo tucumano que define los octavos del Regional Norte

Rodrigo y Matías Smith, formados en los mismos potreros y campeones con Sportivo en 2023, mañana se enfrentan en el desquite de los octavos del certamen.

Hermanos Smith, frente a frente: el duelo tucumano que define los octavos del Regional Norte
04 Diciembre 2025

Los hermanos Smith son un apellido que empieza a hacerse fuerte en el fútbol tucumano. Rodrigo Agustín y Matías Francisco, formados en los mismos potreros, hoy visten camisetas distintas; hasta 2023, sin embargo, compartieron los mismos colores: fueron campeones del Anual con Sportivo, tras vencer 2-1 a Graneros en la cancha de San Martín. El destino quiso que ahora quedaran en veredas opuestas.

Fuera de la cancha, la vida los reúne en la sandwichería de su familia, donde Agustín ayuda en la cocina y Matías atiende los pedidos desde el celular, en el barrio Molino de Villa 9 de Julio.

Mañana, desde las 19, en el estadio “Humberto Rizza”, se jugará el desquite de los octavos de final de la Región Norte, luego del 0-0 de la ida. 

Carácter y firmeza

A los 25 años, Rodrigo Agustín es considerado uno de los mejores centrales del fútbol local: tiempista, firme en la marca, potente en el juego aéreo y ejecutor de tiros libres. “El día del partido nos levantamos juntos, desayunamos y almorzamos. De fútbol no hablamos porque ninguno quiere regalar información”, bromea.

En su casa, el clima es una novela. “Mi mamá se pone muy nerviosa. No quiere que gane ninguno. Quiere que empatemos, pero le explicamos que este partido sí o sí tiene un ganador”, cuenta.

Competitivo al extremo, lo deja claro: “No me gusta perder ni a la bolilla. Cuando arranca el partido ya no somos hermanos. Si hay que darle una patadita, se la da. Hay que hacer sentir que estoy respirándole la nuca”, asegura entre risas.

El duelo pasado dejó una postal especial: “Lo esperé por izquierda antes de que entrara al área y se la quité. Es un gran jugador y viene de salir campeón otra vez”.

Sobre el partido de hoy, es claro: “Será durísimo. Nos preparamos bien y volvimos a hacernos fuertes de local. Nuestra gente nos va a acompañar”. Agustín siempre llega acompañado por Paula y su pequeño hijo, Pablo, de siete meses.

Velocidad y ambición 

Matías, de 21 años, aporta desequilibrio, velocidad y asistencias en Tucumán Central. La previa se vive con intensidad: “La familia está contenta, pero nerviosa. Para nosotros es la final del mundo, aunque sea octavos”, admite.

Ambos se conocen de memoria. “Más allá de que nos enfrentamos por segunda vez en mucho tiempo, sabemos sus virtudes y defectos. Compartimos equipo muchos años”, explica.

En cuanto a objetivos, Matías no duda: “Si pasamos esta llave, te puedo decir que vamos a pelear el ascenso. Es nuestro sueño”.

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