EL IMPACTO DE LA SOLEDAD. La organización identificó a los jóvenes y a los países de bajos ingresos como los grupos más afectados por el aislamiento. / OMS.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó el informe "De la soledad a la conexión social" en el que alertan que la salud social, un componente fundamental del bienestar general, fue "desatendida durante demasiado tiempo". La OMS define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y la esencia de la salud social reside en la conexión social, que tiene una repercusión profunda en la salud.
El informe subraya que la desconexión social está muy extendida a nivel mundial. Entre 2014 y 2023, aproximadamente una de cada seis personas en el planeta se sintió sola.
La soledad y el aislamiento social no son solo problemas de bienestar, sino graves riesgos para la salud, que aumentan el riesgo de muerte. Entre 2014 y 2019, se produjeron anualmente un promedio de más de 871.000 muertes en todo el mundo relacionadas con la soledad. La desconexión social también está vinculada a problemas de salud como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, depresión y ansiedad.
Además, puede dañar el cerebro, lo que aumenta el riesgo de sufrir problemas de memoria, demencia y Alzheimer en personas mayores.
LOS RIESGOS DE LA DESCONEXIÓN. La soledad afecta sobre todo a adolescentes y jóvenes, mientras que el aislamiento golpea más a los adultos mayores. / OMS.
Los más afectados
La soledad es un fenómeno común que afecta por igual a hombres y mujeres de cualquier edad. Sin embargo, el informe destaca dos grupos especialmente afectados:
- Las personas jóvenes: son quienes más solas se sienten, con niveles más altos registrados entre los adolescentes. Entre el 17% y el 21% de la población mundial de 13 a 29 años refiere sentirse sola.
- Países de bajos ingresos: alrededor del 24% de la población de los países más pobres se siente sola, una cifra notablemente superior al 11% reportado en los países más ricos.
- Adultos mayores y aislamiento: aunque la soledad se asocia más con los jóvenes, el aislamiento social (que se refiere a la cantidad limitada de relaciones o frecuencia de contacto) es significativo en los adultos mayores, con hasta uno de cada tres viviendo aislado.
La desconexión social también tiene un impacto más allá de la salud individual, pudiendo provocar dificultades en el ámbito académico o laboral y descomponer el tejido social de comunidades y sociedades.
Las medidas estratégicas que proponen
La OMS enfatiza que, tras años de investigación, es el momento de pasar del conocimiento a la acción. El informe busca ofrecer una propuesta práctica para ayudar a los gobiernos a abordar estos problemas. La Comisión propone centrarse en cinco ámbitos fundamentales para crear un mundo más conectado:
1. Políticas: los gobiernos deben crear y apoyar una política nacional que fomente la conexión social, asegurando la colaboración entre todos los sectores. Al menos ocho países, incluidos Alemania, Estados Unidos y Japón, ya han adoptado políticas en este ámbito.
2. Estrategias comunitarias: es fundamental reforzar y hacer más acogedores los espacios y servicios comunitarios—o "infraestructura social"—tales como parques, bibliotecas y centros de salud, para que las personas se encuentren de forma natural.
3. Intervenciones individuales: se recomiendan estrategias como la formación en competencias sociales y comunicativas, programas de amistad y el uso de la terapia cognitivo-conductual para manejar las emociones y los hábitos de pensamiento negativos.
La Comisión sobre Conexión Social sostiene que un esfuerzo unificado y centrado de todos los agentes (gobiernos, centros escolares, empresas, medios de comunicación) puede generar un cambio duradero y construir un futuro más solidario. El informe completo puede leerse en: paho.org/es/documentos/resumen-soledad-conexion-social























