La Liga Profesional planificaba un sorteo discreto, puertas adentro, sin cámaras y con el protocolo habitual. Pero nada de eso ocurrió. El martes por la mañana, mientras avanzaban los allanamientos por la causa Sur Finanzas (cuyo logo aún figura como sponsor oficial del torneo) la organización decidió suspender el evento y reprogramarlo para el mediodía de ayer. El contexto judicial, sumado al reciente viaje de Claudio “Chiqui” Tapia al sorteo del Mundial y las tensiones políticas con varios clubes, ya preanunciaba un clima enrarecido.
Aun así, el sorteo iba a realizarse sin televisación. Hasta que, horas antes, todo cambió.
Según trascendió, operador habitual de streaming de AFA (encargado de las asambleas y actos oficiales en Ezeiza) recibió un llamado urgente temprano en la mañana. “Hay que transmitir el sorteo”, le dijeron. Las críticas por la falta de transparencia, amplificadas en redes, obligaron a la Liga a dar marcha atrás y habilitar cámaras.
Pero improvisar televisión sobre la hora tiene consecuencias: horarios que se movieron tres veces (10.40, 11.00 y finalmente 11.50), problemas técnicos y una señal que recién se estabilizó cuando ya se superponía con el sorteo de la Copa Argentina.
Sobre el estrado, Tapia revisaba su celular. En tanto, los dirigentes esperaban. Y entre una demora y otra, hubo espacio para un momento insólito: el jefe de prensa de la Liga, Miguel Rubio, tomó el micrófono y propuso entrevistar en vivo a Diego Milito y Marcelo Delgado, presentes en representación de Racing y Boca. El Chelo, sorprendido, bromeó con que “se puso blanco” ante la improvisación. Milito, en clave distendida, recordó un gol a Independiente con “ayudita” de Delgado.
Un show que nadie había ido a buscar, pero que terminó siendo el corazón del streaming inesperado.
A la desprolijidad del evento se sumó la comunicación oficial.
La página de la Liga publicó durante varios minutos un título con error: “Temporada 20226”. Más grave fue la explicación equivocada del formato. Según el texto difundido, los 16 partidos de la fase de grupos se componían de 14 duelos internos y un solo interzonal contra el clásico. Pero eso no era correcto. Como este año, habrá dos interzonales (el clásico y el adicional), uno por fecha, un detalle que sí aclaró en la transmisión el CEO Francisco Duarte, pero que no figuraba en la web.
Las parejas de clásicos, al menos, se mantuvieron según lo estipulado: Atlético tendrá como rival clásico a Central Córdoba (Santiago del Estero), y por pedido de socios se respetó la rotación de localías respecto de 2025.
Sin embargo, el dato que mejor expone la naturaleza del sorteo es otro. Sólo un tercio de los equipos fueron realmente sorteados; 10 parejas (20 clubes) ya habían sido asignadas por criterios de seguridad, TV y disponibilidad de estadios. El azar, esta vez, jugó un rol marginal.
Entre improvisaciones, demoras y explicaciones confusas, finalmente se conoció el dato que en Tucumán importaba: Atlético integrará la zona B, junto a River, Racing, Huracán, Barracas Central, Belgrano, Estudiantes de Río Cuarto, Argentinos, Tigre, Gimnasia LP, Independiente Rivadavia, Banfield, Rosario Central, Aldosivi y Sarmiento.
Además, quedó confirmado el interzonal del “Decano”: Atlético visitará o recibirá a Instituto, en el cruce especial programado para la jornada de clásicos ampliados.
Boca y River quedaron separados. El “Xeneize” irá a la zona A, que comparte con Independiente, San Lorenzo, Newell’s, Talleres y Defensa y Justicia, entre otros. River cayó en la zona B.
Un condicionante en medio del torneo
El sistema de disputa no cambiará. Dos zonas de 15 equipos; 16 partidos (14 dentro del grupo y 2 interzonales). Los ochos mejores de cada zona clasificarán a los playoffs.
Eso sí, el Apertura deberá correr contra el reloj: el Mundial de Estados Unidos-México-Canadá iniciará el 11 de junio, por lo que el torneo local tendrá calendario comprimido. El Clausura, en cambio, arrancará después de la Copa del Mundo.
Los interzonales que se jugarán durante el Apertura
Los partidos interzonales que habrán serán:_Boca-Racing, Vélez-River, Talleres-Rosario Central, Independiente-Independiente Rivadavia, Sarmiento-Estudiantes LP, Defensa y Justicia-Belgrano, Argentinos-Lanús, Unión-Aldosivi, Huracán-Deportivo Riestra, Newell’s-Banfield, Gimnasia La Plata-Gimnasia (Mendoza), Central Córdoba-Tigre, San Lorenzo-Estudiantes (RC) y Atlético Tucumán-Instituto.
Lo que debía ser un trámite administrativo terminó mostrando, una vez más, las tensiones internas del fútbol argentino: los errores comunicacionales, la improvisación obligada por las críticas, la estructura del sorteo condicionada por pedidos de seguridad, TV y calendarios privados.
Sin embargo, entre desacoples y chicanas, quedó el dato fundamental: Atlético ya conoce el terreno que deberá transitar en un 2026 atravesado por el Mundial y por un torneo que siempre está en el centro del debate.




















