Se conocieron nuevos e impactantes detalles de la travesía de María Corina Machado para salir de Venezuela

La dirigente opositora permaneció horas a la deriva en aguas agitadas y sin comunicación, antes de ser localizada por un equipo de extracción internacional.

María Corina Machado, en Oslo. María Corina Machado, en Oslo.
Hace 2 Hs

La salida de María Corina Machado de Venezuela rumbo a Oslo, donde finalmente recibió el Premio Nobel de la Paz, estuvo marcada por una operación de rescate extrema que casi termina en tragedia en el mar Caribe. Según reveló The Wall Street Journal, la dirigente opositora permaneció horas a la deriva en aguas agitadas y sin comunicación, antes de ser localizada por un equipo de extracción internacional.

Machado fue encontrada en la madrugada del martes tras más de tres horas de incertidumbre en el Golfo de Venezuela. El operativo estuvo liderado por Bryan Stern, veterano de combate estadounidense, quien encabezó el equipo que logró ponerla a salvo.

La travesía se complicó desde el inicio. El GPS de la embarcación donde viajaba Machado cayó al agua y el dispositivo de respaldo también dejó de funcionar. La pérdida total de navegación impidió llegar al punto de encuentro previsto y desencadenó una búsqueda contrarreloj en un escenario peligroso: olas de hasta tres metros (10 pies), oscuridad total y sin forma de comunicarse con el exterior.

Cuando Stern confirmó que habían localizado a la dirigente, transmitió un breve mensaje a su equipo: “Jackpot, jackpot, jackpot”. En un video de prueba de vida enviado a funcionarios estadounidenses y difundido por The Wall Street Journal, Machado aparece afectada por el oleaje y afirma: “Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, a salvo y muy agradecida”.

Operación "Dinamita Dorada"

La misión fue bautizada por Stern como Operación "Dinamita Dorada", en referencia al Premio Nobel de la Paz y a Alfred Nobel, inventor de la dinamita. Según el relato publicado por el medio estadounidense, más de treinta personas participaron del operativo, financiado íntegramente por donantes privados y sin intervención económica del gobierno de Estados Unidos. Todo fue coordinado por Grey Bull, la firma de Stern con sede en Tampa.

El propio líder del rescate sostuvo que mantuvo comunicación constante con altos mandos militares estadounidenses antes y durante el procedimiento, enviando ubicaciones en tiempo real y reportes sobre obstáculos y momentos críticos, especialmente cuando se perdió contacto con la embarcación de Machado. Aunque el Departamento de Estado y el Pentágono derivaron consultas a la Casa Blanca -que no respondió-, distintos funcionarios siguieron minuto a minuto el desarrollo de la misión.

La extracción de Machado representaba un desafío inusual: se trataba de una figura altamente reconocida, clandestinizada tras su exclusión de las elecciones de 2024, comicios que su partido ganó según Estados Unidos, aunque Maduro desconoció el resultado. Stern comparó esa dificultad con mover a una figura política de primera línea en EEUU: “Mover a María es como mover a Hillary Clinton”, señaló.

El plan contempló al menos nueve rutas alternativas, incluidos rescates aéreos y salidas por Guyana o Colombia. Para confundir a posibles perseguidores, el equipo difundió versiones falsas sobre su paradero, incluyendo supuestos viajes a Europa, Colombia o incluso un vuelo estadounidense.

El lunes por la tarde, Machado abandonó su escondite disfrazada y con peluca, mientras el equipo extremaba precauciones para evitar cualquier rastreo digital.

En la playa de partida surgió un nuevo contratiempo: fallas mecánicas en la lancha -una embarcación de pesca elegida por su bajo perfil- que demoraron el operativo doce horas. La salida, prevista para la madrugada, terminó concretándose al anochecer.

Durante la navegación, el mal tiempo provocó mareos severos en uno de los tripulantes, pero también ayudó a mantener la lancha fuera del radar de las fuerzas estadounidenses, que han destruido más de veinte embarcaciones sospechosas en el área recientemente. Stern temía que pudieran ser confundidos con traficantes, por lo que alertó a funcionarios de defensa estadounidenses para evitar cualquier intervención que pusiera la misión en riesgo, consignó un artículo de Infobae. 

La situación se agravó cuando la lancha de Machado se desvió 25 millas (40 kilómetros) del punto acordado. Tras horas de incertidumbre y consultas con oficiales de la Marina de Estados Unidos, la comunicación se restableció cerca de las 23. El equipo de Stern finalmente localizó la embarcación, verificó que los ocupantes no estuvieran armados y trasladó a Machado a la nave principal. Stern envió una fotografía satelital a autoridades estadounidenses en la que ambos aparecen exhaustos pero sonrientes.

De Curaçao a Oslo

Ya a bordo del barco de rescate, Machado habló principalmente de su hija, a quien no veía desde hacía dos años. Una vez en Curaçao, Stern mantuvo un contacto mínimo con las autoridades neerlandesas para evitar comprometerlas ante el régimen venezolano.

La dirigente permaneció en la isla solo unas horas -dentro de la ventana de 24 horas permitida para entrada formal- antes de abordar un jet privado hacia Oslo a las 6.42 de la mañana. Allí llegó poco después de la ceremonia de entrega del Nobel, que fue recibido en su nombre por su hija.

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