El crecimiento sostenido del tamaño de los televisores transformó al living en un verdadero cine hogareño. Hoy, el espacio desde donde se miran partidos de fútbol, películas, series o recitales funciona como una sala privada de proyección, impulsada por pantallas cada vez más grandes y tecnologías de imagen más avanzadas.
Los avances en resolución, procesamiento de datos y diseño -con equipos más livianos y pantallas ultradelgadas- permiten que televisores de 75, 85 o incluso 100 pulgadas se integren al hogar sin necesidad de contar con una sala dedicada, como ocurría en las grandes mansiones de Beverly Hills.
En este contexto, desde Samsung destacan que la evolución tecnológica modificó las reglas de visualización. “Con los modelos 4K y 8K ya no hay que preocuparse por los píxeles. Puedes sentarte mucho más cerca que antes sin perder nitidez”, explica la firma, una de las marcas líderes en televisores inteligentes.
La importancia de la distancia sofá-TV
La disposición del salón y la ubicación del televisor resultan determinantes para disfrutar de series, películas y videojuegos. Sin embargo, uno de los errores más comunes al renovar el espacio o adquirir una nueva TV es no contemplar la distancia óptima entre el sofá y la pantalla.
Según los expertos de Samsung, lo ideal es que la pantalla ocupe entre 30° y 40° del campo visual, el rango en el que el cerebro percibe una experiencia más inmersiva, consignó un artículo del diario Clarín.
En televisores Full HD (1080p), la distancia recomendada es entre dos y tres veces la diagonal del equipo. En cambio, para modelos 4K y 8K, esa distancia puede reducirse a 1,5 o dos veces la diagonal, ya que la mayor nitidez permite una visualización cercana sin pérdida de calidad.
Distancias recomendadas según el tamaño del televisor
Algunas referencias orientativas para televisores Full HD, 4K y 8K son las siguientes:
- 40 a 43 pulgadas: entre 2,1 y 1,6 metros
- 55 pulgadas: entre 2,7 y 2,5 metros
- 65 pulgadas: entre 3,3 y 2,5 metros
- 75 pulgadas: entre 4 y 2,7 metros
- 85 a 100 pulgadas: entre 5 y 3,5 metros
Desde el sitio Dormitorum advierten que la correcta ubicación del sofá no solo influye en el confort, sino también en la salud visual. “La distancia sofá-TV no solo afecta el confort sino también la salud ocular. Colocar la televisión muy lejos deforma la imagen y dificulta la comprensión de detalles pequeños, algo especialmente relevante en modelos grandes y de alta definición. Por el contrario, ubicar el sofá demasiado cerca puede forzar la vista, provocar molestias cervicales y afectar el disfrute general del contenido”, explican.
Sonido, espacio y preferencias personales
La distancia adecuada también mejora la experiencia sonora. Sentarse demasiado cerca de la fuente de audio puede generar distorsión, mientras que una ubicación equilibrada aporta mayor nitidez y realismo en diálogos, música y efectos especiales.
Al momento de elegir el tamaño de la pantalla, los especialistas coinciden en que no existe una única respuesta válida. Es necesario considerar varios factores, entre ellos:
- El espacio disponible entre la pared y el sofá.
- La cantidad de personas que suelen ver televisión.
- El tipo de contenido (cine, deportes, videojuegos o series).
Las preferencias personales de inmersión, especialmente si se busca una experiencia similar a la de una sala de cine, cercana a los 30°-40° del campo visual.
La altura, otro factor clave
Además de la distancia, la altura del televisor es fundamental para evitar molestias físicas. Lo ideal es que el centro de la pantalla esté alineado con el nivel de los ojos cuando se está sentado en el sofá. Para lograrlo, la mayoría de las recomendaciones sugieren ubicar el centro del equipo entre 90 y 110 centímetros desde el suelo.
Si el televisor se coloca sobre un mueble bajo, es importante verificar que no quede ni demasiado alto ni demasiado bajo. En ese sentido, los soportes articulados permiten ajustar tanto el ángulo como la altura de manera sencilla, mejorando la comodidad y el disfrute general.






















