El Alzheimer crece en silencio: qué podemos hacer hoy para llegar mejor a la vejez
¿Cómo transformamos los años ganados en años vividos con sentido? La esperanza de vida se extiende como nunca antes, y en consecuencia, las preguntas sobre la vejez, el bienestar y la salud mental se vuelven urgentes. Durante su participación en “Encuentros LA GACETA”, en el ciclo “Sentirnos bien”, el director ejecutivo de Fundación León, Federico Díaz Marino, conversó con la periodista Lucía Lozano sobre los desafíos del envejecimiento activo y la necesidad de repensar la forma en que acompañamos a las personas mayores.
“Avanzamos tanto que ahora el desafío es aprender a vivir más años”, sostuvo Díaz Marino al presentar la propuesta de la Fundación, que promueve un modelo de envejecimiento activo basado en la prevención, la estimulación cognitiva y la integración social. “Ya no se trata solo de sumar años, sino de sumar calidad de vida. Hablamos con jóvenes y adultos mayores, porque envejecer bien no empieza a los 60: empieza en los hábitos y en la mirada que tenemos sobre el paso del tiempo”, remarcó.
El Alzheimer, la otra pandemia silenciosa
“Cada tres segundos alguien en el mundo es diagnosticado con Alzheimer”. La frase de Díaz Marino resonó como una alerta. La enfermedad, explicó, se multiplica a medida que la población envejece y no distingue edades ni clases sociales. “Por eso insistimos en la prevención, la estimulación cognitiva y en cuidar al cuidador. El Alzheimer no afecta solo al paciente: atraviesa a toda la familia. Es una enfermedad que borra recuerdos, pero también vínculos si no se los sostiene”, advirtió.
Desde hace más de 15 años, Fundación León acompaña a personas y familias que conviven con esta enfermedad. En Tucumán, sostiene centros de envejecimiento activo en San Miguel, Yerba Buena y Banda del Río Salí, con la participación de más de 350 personas mayores. “El primer paso es derribar la soledad. No son talleres terapéuticos: son espacios de encuentro. Volver a sentirse parte también es salud”, explicó.
Entre las iniciativas más valoradas se encuentra “Café con Alma”, un programa inspirado en un modelo holandés que reúne a pacientes y familiares para compartir una merienda inclusiva. “Parece algo simple, pero es transformador: volver a tomar un café sin miedo, hablar, reírse. Quien convive con el Alzheimer sabe cuánto vale recuperar esos pequeños momentos”, señaló.
Un ejemplo de vida
La Fundación nació en 2003 como homenaje a León Feler, quien decidió crear una organización para ayudar a otros. “Durante 12 años fue presidente y motor de la institución. Su historia es la mejor prueba de que nunca es tarde para empezar”, recordó Díaz Marino.
El referente también destacó el surgimiento de la ‘economía plateada’, que revaloriza el aporte de las personas mayores en el mundo laboral. “Hay profesionales que se jubilan y sienten que su tiempo terminó. Nosotros les mostramos que su experiencia sigue siendo valiosa, que pueden emprender o enseñar. La longevidad no es una carga, es una oportunidad”, reflexionó.
“Sentirnos bien no tiene edad. Envejecer activamente es cuidar el cuerpo, la mente y los vínculos. Y, sobre todo, mantener viva la curiosidad por la vida”, concluyó.




















