Un libro urgente para una urgencia institucional

estudio sobre la evolución y el atolladero del régimen electoral, ahora que su reforma es noticia.

Nadima Pecci Nadima Pecci
Hace 13 Hs

ENSAYO
EL “ACOPLE” TUCUMANO
NADIMA PECCI DE ETIENOT
(La Libertad Avanza - Tucumán)

Libro oportuno, si los hay. Esa es una de las muchas virtudes que pueden predicarse respecto de El ‘acople’ tucumano. Ingeniería de la vieja política, de la abogada Nadima Pecci de Etienot. Por estos días ha sido noticia, precisamente, el fracaso en concretar una reforma electoral en Tucumán. El sistema de partidos políticos que funcionan como colectoras de votos de terceros, porque sus listas de concejales y de legisladores van “acoplados” a los candidatos a intendentes y a gobernador de otras fuerzas políticas, es la columna vertebral del debate que divide al oficialismo. Tal y como lo reflejó LA GACETA en su edición del pasado lunes 15, tanto el gobernador, Osvaldo Jaldo, como el vicegobernador, Miguel Acevedo, reconocieron que “no hay consenso” en torno de las modificaciones del régimen electoral (compromiso asumido por escrito por los candidatos de las elecciones de 2023 ante el Arzobispado de Tucumán). Por lo que el debate, prometido para la última sesión de este año, pasará, acaso, para 2026.

El trabajo de Pecci de Etienot, quien fuera legisladora durante el período 2019-2023, se sustenta sobre la base de su tesis de magister en Derecho Parlamentario. Para esta presentación fue editada por Javier Habib y el prólogo estuvo a cargo de la ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. La actual senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires, quien participó de la presentación del libro durante la primera semana de este mes, subraya la inédita proliferación de agrupaciones generada por las reglas de juego electorales vigentes en Tucumán, donde cada “acople” debe ser un partido político, a diferencia de la “Ley de Lemas”, cuando cada lista era un sublema.

“Otra particularidad del sistema electoral tucumano es que los requisitos para formar un nuevo partido son muy laxos. De hecho, sólo basta el 4% del padrón electoral para que el partido sea legalmente reconocido. Esto explica la inusual multiplicación de partidos o ‘sellos de goma’ que se crean por iniciativa de dirigentes que buscan una oportunidad de obtener una banca acoplándose a la candidatura de gobernador. Según los datos reportados por la autora en la elección a gobernador de 2015 se oficializaron más de 25.500 candidatos (equivale al 2.5% del padrón) correspondiente a 454 partidos para elegir 347 cargos y se contabilizaron un total de 1.657 acoples”, subraya Bullrich.

¿Cómo se llega a esa instancia? Nadima Pecci desanda ese camino en 150 páginas. Distribuidas en cinco capítulos.

Según pasan las urnas

El primer apartado, “Los sistemas electorales”, es el más estructurado en términos de un trabajo académico. Comienza por delimitar cuál es el concepto que se adopta (no hay unanimidad en la ciencia política a la hora de definir estos mecanismos) y los elementos que se tendrán en cuenta. Es decir, plantea desde el comienzo “de qué hablamos cuando hablamos” de sistemas electorales. Formulada esta precisión analítica, la autora pasa sin demora al segundo capítulo, donde analiza los diferentes regímenes que fueron pasando por Tucumán.

Ese recorrido es, también, un racconto histórico de la evolución de las Constituciones de la provincia. Ahí se expresa la honestidad intelectual de Pecci, que cita acabadamente el profuso y profundo estudio histórico que hace Gilda Pedicone de Vals en su libro, Derecho electoral, sobre cada una de las versiones que tuvo la Ley Fundamental de los tucumanos. “Elecciones y constituciones van de la mano”, dice ese trabajo de la catedrática tucumana, sintetiza título de LA GACETA del 17 de mayo de 2015 (www.lagaceta.com.ar/nota/637728/politica/elecciones-constituciones-van-mano.html). Pedicone es la actual fiscala de Estado de Tucumán, mientras que Peci es una connotada dirigente de la oposición.

En este segundo capítulo hay dos paradas destacadas. Una de ellas es la reforma constitucional de 1990, que tuvo al bussismo como protagonista. En ese digesto se plasmó la “Ley de Lemas”. El siguiente hito es la enmienda de 2006, que prohibió el régimen anterior y lo sustituyó por los acoples. A grandes trazos, dos son los contrastes principales. Uno, a nivel estructural, es que con la Ley de Lemas había un solo partido, frente o alianza (el “lema”), que contenía incontables listas: los sublemas. Estos sublemas se inscribían directamente en la Junta Electoral Provincial “dentro” del lema que el apoderado de la nómina indicara. Ahora, en cambio, cada “acople” es un partido político. Y el partido “troncal” tiene derecho a rechazar que se le “acople” un partido.

El segundo orden de diferencias es mecánico. En el sistema anterior, el número de bancas de la Legislatura se repartía de acuerdo con la cantidad de votos totales que sumaba el lema. Con el régimen actual, como cada “acople” es un partido, se le asigna el número de bancas que ha sumado cada agrupación política por separado.

Una norma “gruyere”

El capítulo tercero desciende un escalón en el orden jurídico. De la Constitución provincial baja a las leyes reglamentarias que dieron operatividad a los “acoples”. El puntapié inicial fue traumático: la Ley 7.876 se aprobó en 2007, en año en que debían renovarse las autoridades provinciales con las nuevas reglas establecidas por la Carta Magna reformada el año anterior. Pero ese año estuvo signado por la feroz interna que se desató en el peronismo, a partir del divorcio político en el binomio gobernante. De un lado, José Alperovich. Enfrente, Fernando Juri. Esa división se materializó en una interna por la conducción del Partido Justicialista y, correlativamente, en la división del bloque oficialista en la Legislatura.

Esto último determinó que el “jurismo”, sumado a los votos de los bloques opositores, consagrara una norma que recibió incontables vetos parciales del Poder Ejecutivo. El resultado fue una ley “gruyere”, llena de baches que fueron siendo parchados durante el paso de los años con leyes precarias y momentáneas. Esa es la “Historia evolutiva del sistema electoral”.

55 es igual a 70

El penúltimo capítulo analiza las consecuencias del régimen electoral tucumano. El primero de ellos es, en términos de Pecci, el establecimiento de “mayorías ficticias” en la Legislatura provincial. Los últimos comicios sirven de ejemplo. La fórmula que postuló a Osvaldo Jaldo y a Miguel Acevedo como gobernador y vicegobernador logró 616.000 sufragios, que representan el 55% de los votos. El Frente Todos por Tucumán, en tanto, inscribió 35 acoples a legislador y obtuvo 34 bancas. Es decir, el 70% de los escaños de la Legislatura.

Una primera y directa consecuencia de esta hegemonía parlamentaria es el dominio oficialista para la sanción y la derogación de las leyes. Pero Pecci trasciende ese análisis para dar cuenta de que, dado el diseño constitucional de Tucumán, esta “mayoría ficticia”, como ella le llama, tiene una incidencia innegable también sobre los intérpretes de las leyes. Dado que es la Legislatura a la que corresponde tanto el nombramiento como el enjuiciamiento político y eventual remoción de los vocales de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia.

Vale la pena aclarar que, originalmente, la tesis de maestría de Pecci es el impacto que el régimen electoral tiene sobre la calidad institucional de Tucumán. Precisamente, hay otras dimensiones alcanzadas por el sistema, que también aborda la autora, como el clientelismo.

Dos caminos posibles

El último capítulo de “El ‘acople’ tucumano” es propositivo. Postula otro régimen electoral para la provincia. Pecci reconoce que hay dos caminos posibles, teniendo en cuenta que el “acople” está previsto por la Constitución de 2006. De modo que una alternativa es reformar la Carta Magna tucumana, para eliminar de cuajo este sistema. Pero en caso de que no hubiera consenso para encarar una nueva enmienda de la Ley Fundamental, la especialista también traza los lineamientos para realizar cambios por medio de leyes ordinarias de la Legislatura.

Curiosamente, el actual gobierno tucumano recorrió ambas opciones. En 2024, en una entrevista con LA GACETA, el gobernador explicitó su voluntad de realizar cambios profundos y no descartó una modificación de la Carta Magna. Pero a principios de este año le dijo, también a este diario, que no estaban dadas las circunstancias para una enmienda constitucional, de modo que se impulsarían una serie de modificaciones a través de la Legislatura. Este mes, como se dijo, la falta de consensos postergó el debate para el año que viene.

En el lapso que se abre, el libro de Pecci representa material inestimable para enriquecer el debate, es un aporte sustancial para llenar de contenido una instancia superadora, y es una conciencia documentada acerca de la necesidad institucional de contar con otras reglas para materializar la forma representativa de gobierno.

© LA GACETA

Álvaro José Aurane

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